Bien, tal y como había amenazado, esta que dejo aquí es la foto que tomé del banco de Loiba (uno de ellos, en realidad, y no el más famoso). A diferencia de la zona de la Praia das Catedrais, los acantilados de Loiba no están ni acordonados ni protegidos (mucho ojo si alguno va, hay partes muy peligrosas). Eso implica un riesgo grande y, por otra parte, ofrece una posibilidad casi ilimitada de sacar buenas tomas de acantilados, paredes rocosas y horizontes infinitos del Cantábrico que quitan el hipo.
Como os decía, que yo conozca, en Loiba hay cuatro bancos. Uno de ellos casi pegado a la playa que nos encontramos al llegar con el coche, otro a unos treinta metros del aparcamiento, un tercero muy escondido (el de la foto) al que hay...