Hola compañeros,
El trompetista melancólico
Me lo encontré en Porto hace quince días...le hice una foto, tocaba en modo diría que casi virtuoso, la trompeta es un instrumento (en el Pop) que siempre he reivindicado, me gusta sobremanera...después de escucharle un rato comenzamos a hablar, es casi lo que más me gusta de la fotografía social, hablar con la gente a la que fotografío, conocer sus historias, cuando la hay...
Me preguntó de dónde era, le dije que español, quiso saber más, le comenté que ahora vivía en Orense...y empezó a recordar con añoranza sus años en la provincia, en concreto en O Carballiño, donde trabajó por un tiempo...le hice saber que yo ahora trabajo en esa localidad, la conversación se prolongó, llegamos a la conclusión de que en algún momento del pasado habíamos trabajado a 100 mts de distancia.
La vida, ahora él se gana el pan tocando la trompeta en las calles de Porto, probablemente sólo la mala suerte le ha llevado a ese nuevo oficio, podía haberme pasado a mí o a cualquier otro, la crisis truncó la vida de tanta gente...sin embargo no hemos aprendido nada, seguimos siendo igual de estúpidos.
Le dejé allí, no sin darle algunas monedas más. Él quedó recordando los cogumelos y el pulpo que comía cuando trabajaba en O Carballiño. Cuando ya estaba a cincuenta metros de él dejó de tocar la trompeta, apuntó con ella al cielo y comenzó a gritar "Carballiño, unido, jamás será vencido" Pura melancolía, de esa que inunda las calles de Porto.
Saludos,
El trompetista melancólico
Me lo encontré en Porto hace quince días...le hice una foto, tocaba en modo diría que casi virtuoso, la trompeta es un instrumento (en el Pop) que siempre he reivindicado, me gusta sobremanera...después de escucharle un rato comenzamos a hablar, es casi lo que más me gusta de la fotografía social, hablar con la gente a la que fotografío, conocer sus historias, cuando la hay...
Me preguntó de dónde era, le dije que español, quiso saber más, le comenté que ahora vivía en Orense...y empezó a recordar con añoranza sus años en la provincia, en concreto en O Carballiño, donde trabajó por un tiempo...le hice saber que yo ahora trabajo en esa localidad, la conversación se prolongó, llegamos a la conclusión de que en algún momento del pasado habíamos trabajado a 100 mts de distancia.
La vida, ahora él se gana el pan tocando la trompeta en las calles de Porto, probablemente sólo la mala suerte le ha llevado a ese nuevo oficio, podía haberme pasado a mí o a cualquier otro, la crisis truncó la vida de tanta gente...sin embargo no hemos aprendido nada, seguimos siendo igual de estúpidos.
Le dejé allí, no sin darle algunas monedas más. Él quedó recordando los cogumelos y el pulpo que comía cuando trabajaba en O Carballiño. Cuando ya estaba a cincuenta metros de él dejó de tocar la trompeta, apuntó con ella al cielo y comenzó a gritar "Carballiño, unido, jamás será vencido" Pura melancolía, de esa que inunda las calles de Porto.
Saludos,