En mi primera sesión con la Fuji X-T20 tuve la oportunidad de probar el nuevo sistema de seguimiento de autoenfoque heredado de la X-T2. La primera decepción, habiendo probado anteriormente el buque insignia de la Serie X, es descubrir que los ajustes personales de AF-C de mi flamante cámara están descafeinados: no existe manera de modificar y afinar los 5 pre-ajustes disponibles por defecto. Aun con esta limitación, para mis pretensiones resultaba un avance lo suficientemente sustancial con respecto a mi anterior cámara, la Fuji X-T10. En su momento, ya hice un análisis del desempeño de la X-T10 en fotografía de acción, acompañado de un objetivo tan terrenal como el Fujinon XF 18-55mm F2.8-4 R LM OIS.
Fotografía en movimiento con la X-T20 + XC 50-230mm
Esta vez las condiciones de equipo eran similares. Sabemos que la X-T20 y la X-T2 se comportan de maravilla con ópticas de más de 1000 euros de valor como el XF 50-140mm f/2.8 R LM OIS WR o el XF 100-400mm F4.5-5.6 R LM OIS WR. Pero, ¿qué podría pasar si intentásemos fotografiar sujetos en rápido movimiento dentro de un espacio con luz deficiente y con un objetivo tan “básico” y de luminosidad tan limitada como el XC 50-230mm F4.5-6.7 OIS II? A priori, parecía una receta para el desastre… pero decidí intentarlo.
Como escenario, elegí un entrenamiento del recién formado equipo de roller derby de mi pueblo. Es un deporte de interior y las participantes van sobre patines y moviéndose constantemente, por lo que el ritmo suele ser endiablado. Utilicé el pre-ajuste de AF-C por defecto, ya que los movimientos que iba a fotografiar eran bastante previsibles y de velocidad uniforme. Junto con el XC 50-230mm, me acompañaron el Fujinon XF 18-55mm F2.8-4 y el XF 23mm F1.4 R para situaciones más estáticas en las que tendría posibilidad de acercarme.
Desde los primeros disparos pude comprobar como un defecto frecuente de la X-T10, el que su enfoque de fuese al fondo a la más mínima duda con sujetos en movimiento, en la X-T20 se ha reducido enormemente. Aun así, las limitaciones del XC 50-230mm son evidentes: cambiar el foco de un puntocercano a uno lejano tomaba demasiado tiempo, lo que condicionaba bastante mi campo de acción.
Hay que decir que la mayoría de mis fallos fueron fruto de mi falta de entrenamiento en el campo de la fotografía de acción. Durante los primeros minutos disparé una buena serie de ráfagas con una velocidad de obturación de 1/500, una referencia que había tomado para otros escenarios. Sin embargo, las patinadoras en carrera se movían mucho más veloces que unos jugadores de fútbol, por lo que buena parte de las primeras fotos me salieron movidas, hasta que decidí fijar la velocidad de obturación a 1/1000 en los momentos de mayor celeridad.
Visualización del punto de AF al rescate
Una función que obvié en los primeros disparos y que me facilitó mucho la labor al activarla fue la visualización de los cuadros de enfoque durante el uso del autoenfoque por ZONA. Antes de descubrir esta ayuda, confiaba en que la cámara eligiese el enfoque de mi interés dentro del área de AF seleccionado.
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Fotografía en movimiento con la X-T20 + XC 50-230mm
Esta vez las condiciones de equipo eran similares. Sabemos que la X-T20 y la X-T2 se comportan de maravilla con ópticas de más de 1000 euros de valor como el XF 50-140mm f/2.8 R LM OIS WR o el XF 100-400mm F4.5-5.6 R LM OIS WR. Pero, ¿qué podría pasar si intentásemos fotografiar sujetos en rápido movimiento dentro de un espacio con luz deficiente y con un objetivo tan “básico” y de luminosidad tan limitada como el XC 50-230mm F4.5-6.7 OIS II? A priori, parecía una receta para el desastre… pero decidí intentarlo.
Como escenario, elegí un entrenamiento del recién formado equipo de roller derby de mi pueblo. Es un deporte de interior y las participantes van sobre patines y moviéndose constantemente, por lo que el ritmo suele ser endiablado. Utilicé el pre-ajuste de AF-C por defecto, ya que los movimientos que iba a fotografiar eran bastante previsibles y de velocidad uniforme. Junto con el XC 50-230mm, me acompañaron el Fujinon XF 18-55mm F2.8-4 y el XF 23mm F1.4 R para situaciones más estáticas en las que tendría posibilidad de acercarme.
Desde los primeros disparos pude comprobar como un defecto frecuente de la X-T10, el que su enfoque de fuese al fondo a la más mínima duda con sujetos en movimiento, en la X-T20 se ha reducido enormemente. Aun así, las limitaciones del XC 50-230mm son evidentes: cambiar el foco de un puntocercano a uno lejano tomaba demasiado tiempo, lo que condicionaba bastante mi campo de acción.
Hay que decir que la mayoría de mis fallos fueron fruto de mi falta de entrenamiento en el campo de la fotografía de acción. Durante los primeros minutos disparé una buena serie de ráfagas con una velocidad de obturación de 1/500, una referencia que había tomado para otros escenarios. Sin embargo, las patinadoras en carrera se movían mucho más veloces que unos jugadores de fútbol, por lo que buena parte de las primeras fotos me salieron movidas, hasta que decidí fijar la velocidad de obturación a 1/1000 en los momentos de mayor celeridad.
Visualización del punto de AF al rescate
Una función que obvié en los primeros disparos y que me facilitó mucho la labor al activarla fue la visualización de los cuadros de enfoque durante el uso del autoenfoque por ZONA. Antes de descubrir esta ayuda, confiaba en que la cámara eligiese el enfoque de mi interés dentro del área de AF seleccionado.
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