La Fuji XQ1 es pequeña, muy pequeña. Más pequeña y ligera incluso que la Fuji XF1, su antecesora fujista en la gama que podríamos catalogar como «cámara compacta avanzada de bolsillo». Sí, creo que es la primera vez que me guardo una de estas compactas en el pantalón y tengo la impresión de que no tengo un bulto incómodo en la pierna. Aunque puede ser también que el par de kilos que he adelgazado desde que la última vez que llevé en mi bolsillo una Sony RX100 tenga algo que ver…
Y es que desde un primer momento no puedo evitar hacer comparaciones con las últimas compactas de Sony. En el aspecto estético, en mi opinión la Fuji XQ1 ha perdido buena parte de la esencia de la serie X que sí mantenía en buena medida la Fuji XF1: sus líneas y acabado son menos «retro» y más actuales, perdiendo la distinción con los diseños de la competencia. En cuanto a los controles, la adopción del zoom de compacta convencional y la elección de la palanca convencional «ON/OFF» en detrimento del encendido tan cool de la Fuji XF1 sigue «normalizando» esta Fuji XQ1 y plegándola a gustos mayoritarios. Muy a la Sony.
A pesar de estas primeras sensaciones, mis prejuicios de «purista de la serie X» se desvanecen cuando juego un poco con la cámara. Ostia, la Fuji XQ1 es pequeña y «convencional», pero muy matona. El enfoque es al menos tan rápido como el de la Fuji X20 y apenas duda en clavar el foco en situaciones de luz complicadas. En sus entrañas alberga el procesador EXR II, que hace bien su trabajo y permite que saque una fotografía tras otra sin retardos significativos. Con la Fuji X20 comparte también el sensor CMOS X-Trans II sin filtro de paso bajo, toda una garantía de que las fotos van a tener una calidad y un detalle estupendo hasta ISO 800. Es una sorpresa comprobar como una camarita como esta Fuji XQ1 es capaz de crear imágenes perfectamente usables incluso a ISO 1600.
Las siguientes fotos son JPEGs directos de la cámara tomados en interior, con valores de ISOs medio/alto y un ruido de luminancia muy controlado. Podéis pinchar en ellas para verlas a máxima resolución y con los detalles del disparo.
Aunque he de reconocer que a veces el ojo se me iba a la altura de un visor inexistente, la pantalla LCD de 3 pulgadas y 920.000 píxeles de la Fuji XQ1 es amplia, nítida y luminosa. Ninguna queja al respecto.
Si hablamos del objetivo, con un rango focal equivalente de 25-100mm y aberturas de f/1.8-4.9, resulta interesante aproximarse al extremo angular en tomas con poca luz para aprovechar las aberturas más amplias y evitar valores de ISO demasiado altos, usos de flash poco favorecedores y la temida trepidación de la imagen. En estas situaciones, el efectivo estabilizador de imagen óptico de tres pasos de la XQ1, unido a las cortas distancias focales de su sensor de 2/3 de pulgada, permite disparar a velocidades de obturación realmente bajas. Dentro de la Casa Batlló no hay una iluminación especialmente brillante, lo que a veces te fuerza a tomar una foto en condiciones límite. La siguiente imagen está tomada a pulso a una velocidad de 1/5.
A pesar de que la reina de la jornada de presentación de novedades de la serie X era la Fuji X-E2, lo cierto es que al final nos lo pasamos igual de bien probando esta diminuta Fuji XQ1. Su función de WiFi es una de las novedades con la que estuvimos cacharreando con éxito: instalamos la app de Fujifilm sin problemas en nuestro teléfono móvil androide, que reconoció la cámara al momento y pudimos transferir las fotografías y geoetiquetarlas fácilmente con el GPS. Se echa en falta una función de disparador remoto desde el móvil, una posibilidad que los responsables de Fujifilm dejaron entrever que se estaría trabajando para una futura actualización de firmware.
Con el ajetreo de la jornada, nos faltó algo de tiempo para personalizar la cámara a nuestro gusto con el botón de función de expansión (E-Fn) y el utilísimo anillo multifunción que rodea el objetivo. Las grandes posibilidades que ofrecen estos controles físicos de configuración presentes en cámaras de la gama más asequible son los puntos a favor que más valoro de Fujifilm frente a otras marcas. Estoy seguro que esta Fuji XQ1 puede ser una gran compañera fotográfica que, en muchas situaciones, incluso a los usuarios más avanzados hará olvidar la necesidad de usar de equipos más grandes.
Sorprenent la càmera…i les fotos, tot i ser de prova, les trobo bones…fan venir ganes d’anar a casa Batlló a fer reprotatge!
Salut!
Gràcies por los piropos, Àngel. La verdad es que la Fuji XQ1 sorprende porque tiene el tamaño y aspecto de algunas camaritas «point and shoot», ¡pero no tienen nada que ver!
Lo de la casa Batlló fue una sorpresa ya que era un sitio que tenía ganas de visitar y los de Fujifilm tuvieron un buen detalle organizando la prueba de las XQ1 y X-E2 en un escenario tan privilegiado.
Saludos, en comparación con las Sony RX100 que comentas ¿que tal esta Fuji XQ1? ¿puede competir con ella?. Yo vengo de la Canon S95 y busco una cámara compacta que la supere, por lo que veo esta puede ser la candidata.
Puede competir salvo en los ISOs más altos (a partir de 1600), en los que el mayor sensor de la Sony produce algo menos de ruido y más nitidez en la imagen final. A su favor, la Fuji tiene a mi juicio una paleta de colores más atractiva, 3 milímetros más de angular y un macro más potente.
En cualquiera de los casos vas a notar una mejora sustancial en la calidad de imagen con respecto a la S95.
Muchas gracias por la respuesta, me ha quedado bastante claro el tema. Creo que me inclinaré por esta FUJI XQ1 ya que su precio es bastante mas atractivo que el de la Sony RX100 y por lo que me cuentas las diferencias entre ambas cámaras no son muy notorias.