De un viaje a la República Checa. Inquietudes fotográficas de Diego Jambrina.

Autor: Diego Jambrina, Bilbao. Web: a50mmdelmundo.com

Preparar la maleta para salir de viaje cada vez me resulta más fácil. Ya no dudo. Muchas tarjetas SD, cargador, batería extra, parasol y la X100. Todo lo demás es superfluo. Yo no concibo viajar sin fotografiar. Me ayuda a disfrutar de un lugar mucho más. Me hace descubrir rincones, detalles, momentos, ideas y sentimientos. Y es por este motivo por lo que, cada vez más, los grandes atractivos turísticos me atraen cada vez menos. Aún así, sigo fotografiándolos. Es imposible no verlos, mirarlos e incluso admirarlos. Sin embargo, trato de que las fotografías que tomo digan algo más que “el reloj astronómico de Praga”.

Dice José Manuel Navia que “la fotografía debe reflejar la posición del fotógrafo en el mundo”. Hay que tratar que el lector de la fotografía sepa dónde se encontraba el fotógrafo en el momento de la captura y qué sentía en ese instante. Por seguir con el ejemplo del reloj de Praga; casi el 100% de las personas que nos encontrábamos frente al reloj levantaban por encima de las cabezas sus cámaras y móviles para hacer la foto. Yo me agaché porque para mí era tan importante la cantidad de personas que allí había como el reloj en sí.

Tengo dos post sobre la República Checa, uno dedicado en exclusiva a Praga y el otro dedicado a los que viajan hasta Praga y no salen de la ciudad a conocer el resto del país. Pero quisiera poner aquí, algunas fotos que no están en estos post.

Mis seguidores fieles me demandan fotografías descriptivas del lugar, pero, como decía, a mí me gusta más hacer otro tipo de fotografías. Y este es el lugar perfecto para enseñarlas.

Os aclaro que algunas son de ciudades alemanas en las que me detuve a coger aire en mi camino por carretera desde Bilbao hacia la República Checa.

Buen viaje.