Pasé tres semanas fotografiando cocodrilos de agua salada, iguanas rinoceronte y alguna que otra ave (incluso en vuelo) con el 100-400mm y una X-Pro2, que no es la cámara con el enfoque más rápido. El resultado es el que puedes ver en las fotos que te envío.
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El objetivo aguantó una humedad del 100% y la lluvia intensa del trópico sin problema. El sellado del 100-400mm me salvó el trasero, porque es un objetivo muy largo a 400mm y parte se mojó de manera considerable.
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El sistema de estabilización funciona de maravilla y, a no ser que dispares al atardecer/amanecer, no necesitarás monopié, aunque yo recomiento un monopié de fibra de carbono, porque al final el peso (si duras días cargando el equipo) acaba pasando factura en la espalda.
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