Primera salida al monte con el Helios 44M 58mm f2, esta vez montado en la XS20 para aprovechar el IBIS en la penumbra del bosque cuando el sol ya va cayendo. Fotos de la vegetación, buscando la luz filtrada entres los árboles para explotar lo máximo posible la principal característica de este objetivo, ese bokeh salvaje y descontrolado que lo hace tan apreciado. Algún flare también se coló, pero lo cierto es que también me gustó lo que aportaba a la fotografía.
Estoy gozando lo más grande de la vuelta a los objetivos manuales y especialmente de este Helios (que hace lo que quiere, pero me gusta cómo lo hace).
Estoy gozando lo más grande de la vuelta a los objetivos manuales y especialmente de este Helios (que hace lo que quiere, pero me gusta cómo lo hace).