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Fujista de renombre
No importa si acabas de contagiarte de esta bendita enfermedad llamada fotografía o si llevas décadas en ella: a todos nos apasionan los grandes teleobjetivos. El fetichismo por lo más caro, más grande y más exclusivo. Deseamos lo que no podemos alcanzar y –pese a que utilizaremos mucho más un angular (23/2 ó 18/2)– en nuestro interior seguiremos albergando poseer una bestia como el nuevo 200mm ƒ/2.
Durante unas semanas voy a disfrutar de las virtudes del súper teleobjetivo Fujinon XF 200mm ƒ/2 R LM OIS WR, una joya óptica que reúne una focal larga, una luminosidad de ƒ/2 y una respuesta muy rápida de su sistema de enfoque. Equivalente a un 305mm en formato completo, incluye un multiplicador x1,4 diseñado de manera específica, que convierte la focal equivalente a un 420mm ƒ/2.8 ó 535mm, si se dispara en CH a 20/30 f.p.s. en modo deportivo, con un recorte x1,25.
Como fotógrafo profesional de deportes jamás he sentido que la Serie X me permitiese afrontar un evento deportivo con solvencia, tanto por las prestaciones de las cámaras, como por la falta de una óptica de focal larga y elevada luminosidad. Hasta hoy. Las pruebas que he realizado con el teleobjetivo Fujinon XF 200mm ƒ/2 R LM OIS WR me han demostrado que –además de tener la mejor calidad óptica de toda la gama de objetivos de la Serie X– los motores lineales son capaces de responder de manera rápida, precisa y eficaz en la X-T3.
Los materiales de construcción (metal) garantizan una resistencia y durabilidad a prueba del trabajo profesional diario. Tan sólo el parasol de plástico empaña un diseño y fabricación perfectos. Los 2.265 gramos facilitan disparar a mano alzada, si bien siempre recomendaré utilizar un monopie. El acceso a los controles dedicados al modo de enfoque, zona de enfoque y estabilización se localizan sin despegar el ojo del visor.
La calidad óptica es soberbia, siendo –en mi opinión– el objetivo de la Serie X que más destaca en detalle y contraste. La nula presencia de aberraciones cromáticas (incluso a máxima abertura) determina que estamos ante un objetivo muy bien estudiado, que no ha escatimado ni recursos, ni esfuerzos a la hora del diseño y la fabricación. La reproducción de las texturas (pelo, plumas o escamas) es exquisita, rompiendo por completo el concepto que se suele tener de todo aquello que queda fuera del formato full frame, alcanzando casi una sensación tridimensional.
La abertura máxima de ƒ/2 facilita disparar en interiores poco iluminados, además de proporcionar el efecto bokeh más extremo, pero lejos de ser una macarra indolente y descarado (como sucede con el 56/1.2), nos encontramos con la elegancia del vestuario de My Fair Lady, del fotógrafo Cecil Beaton. La cremosidad de los desenfoques posteriores del teleobjetivo Fujinon XF 200mm ƒ/2 R LM OIS WR enamora y nunca empalaga. La práctica con este objetivo llega a permitirme jugar con sus enfoques y seleccionar exclusivamente una frágil zona enfocada.
El sistema de estabilización OIS garantiza (según Fujifilm) hasta 5 pasos EV completos, lo que sería equiparable a disparar hasta a 1/15seg. a mano alzada. Con la única ayuda del apoyo de la protección de goma del parasol contra el cristal de un terrario, conseguí clavar la foto de un cocodrilo (lo sé, es lo mío) a 1/20seg. Aún así, recomiendo siempre el uso de un monopie y evitar así posteriores dolores de espalda.
Los motores lineales proporcionan una respuesta rápida y extremadamente silenciosa. Montado en una X-T3, el teleobjetivo Fujinon XF 200mm ƒ/2 R LM OIS WR ofrece –por mi experiencia– la máxima velocidad de enfoque de toda la Serie X, superando a ópticas tan rápidas como el XF 90mm ƒ/2. Destaca el excelente rendimiento en modo AF-C, donde seleccionar de manera correcta la zona donde el punto o área de enfoque marcarán el seguimiento de la acción resulta más cómodo, sencillo y seguro que en cualquier otro modelo de la Serie X.
El precio (sobre los 5.500€) es inferior a sus equivalentes en formato completo. La relación calidad-precio me parece sobresaliente, pese a ser una óptica tan cara. También sus prestaciones, luminosidad y calidad óptica son soberbias. La fotografía inferior del cocodrilo incluye un pequeño detalle que puede escapar a la vista de los menos minuciosos… Detalle que revela en gran parte la seña de identidad de este objetivo único: detalle, detalle y más detalle.
Aquí os dejo el enlace a las pruebas completas del teleobjetivo Fujinon XF 200mm ƒ/2 R LM OIS WR.
Salu2
Durante unas semanas voy a disfrutar de las virtudes del súper teleobjetivo Fujinon XF 200mm ƒ/2 R LM OIS WR, una joya óptica que reúne una focal larga, una luminosidad de ƒ/2 y una respuesta muy rápida de su sistema de enfoque. Equivalente a un 305mm en formato completo, incluye un multiplicador x1,4 diseñado de manera específica, que convierte la focal equivalente a un 420mm ƒ/2.8 ó 535mm, si se dispara en CH a 20/30 f.p.s. en modo deportivo, con un recorte x1,25.
Como fotógrafo profesional de deportes jamás he sentido que la Serie X me permitiese afrontar un evento deportivo con solvencia, tanto por las prestaciones de las cámaras, como por la falta de una óptica de focal larga y elevada luminosidad. Hasta hoy. Las pruebas que he realizado con el teleobjetivo Fujinon XF 200mm ƒ/2 R LM OIS WR me han demostrado que –además de tener la mejor calidad óptica de toda la gama de objetivos de la Serie X– los motores lineales son capaces de responder de manera rápida, precisa y eficaz en la X-T3.
Los materiales de construcción (metal) garantizan una resistencia y durabilidad a prueba del trabajo profesional diario. Tan sólo el parasol de plástico empaña un diseño y fabricación perfectos. Los 2.265 gramos facilitan disparar a mano alzada, si bien siempre recomendaré utilizar un monopie. El acceso a los controles dedicados al modo de enfoque, zona de enfoque y estabilización se localizan sin despegar el ojo del visor.
La calidad óptica es soberbia, siendo –en mi opinión– el objetivo de la Serie X que más destaca en detalle y contraste. La nula presencia de aberraciones cromáticas (incluso a máxima abertura) determina que estamos ante un objetivo muy bien estudiado, que no ha escatimado ni recursos, ni esfuerzos a la hora del diseño y la fabricación. La reproducción de las texturas (pelo, plumas o escamas) es exquisita, rompiendo por completo el concepto que se suele tener de todo aquello que queda fuera del formato full frame, alcanzando casi una sensación tridimensional.
La abertura máxima de ƒ/2 facilita disparar en interiores poco iluminados, además de proporcionar el efecto bokeh más extremo, pero lejos de ser una macarra indolente y descarado (como sucede con el 56/1.2), nos encontramos con la elegancia del vestuario de My Fair Lady, del fotógrafo Cecil Beaton. La cremosidad de los desenfoques posteriores del teleobjetivo Fujinon XF 200mm ƒ/2 R LM OIS WR enamora y nunca empalaga. La práctica con este objetivo llega a permitirme jugar con sus enfoques y seleccionar exclusivamente una frágil zona enfocada.
El sistema de estabilización OIS garantiza (según Fujifilm) hasta 5 pasos EV completos, lo que sería equiparable a disparar hasta a 1/15seg. a mano alzada. Con la única ayuda del apoyo de la protección de goma del parasol contra el cristal de un terrario, conseguí clavar la foto de un cocodrilo (lo sé, es lo mío) a 1/20seg. Aún así, recomiendo siempre el uso de un monopie y evitar así posteriores dolores de espalda.
Los motores lineales proporcionan una respuesta rápida y extremadamente silenciosa. Montado en una X-T3, el teleobjetivo Fujinon XF 200mm ƒ/2 R LM OIS WR ofrece –por mi experiencia– la máxima velocidad de enfoque de toda la Serie X, superando a ópticas tan rápidas como el XF 90mm ƒ/2. Destaca el excelente rendimiento en modo AF-C, donde seleccionar de manera correcta la zona donde el punto o área de enfoque marcarán el seguimiento de la acción resulta más cómodo, sencillo y seguro que en cualquier otro modelo de la Serie X.
El precio (sobre los 5.500€) es inferior a sus equivalentes en formato completo. La relación calidad-precio me parece sobresaliente, pese a ser una óptica tan cara. También sus prestaciones, luminosidad y calidad óptica son soberbias. La fotografía inferior del cocodrilo incluye un pequeño detalle que puede escapar a la vista de los menos minuciosos… Detalle que revela en gran parte la seña de identidad de este objetivo único: detalle, detalle y más detalle.
Aquí os dejo el enlace a las pruebas completas del teleobjetivo Fujinon XF 200mm ƒ/2 R LM OIS WR.
Salu2