Yo empecé con un iPhone. Cuando iba a un museo o a algún sitio turístico hacia fotos, muchas, a trillones. Por un lado habían las fotos de postal clásicas, pero había otras en las que por ventura la gente era pillada en un momento singular, o se integraba en el paisaje o la arquitectura. Esas fotos empezaron a llamarme la atención, y entonces quise tomar más de ese tipo. (Para hacerse una idea mirad los adjuntos)
Recordé que hacia muchos años había leído un libro de Robert Doisneau, después de ver la foto de "el beso", y al empezar a buscar información ya empece a toparme con el término street photography por doquier. Empecé a informarme y como el tema me llamaba la atención y la fotografía me parecía una muy buena afición me pillé una X-S1, hará cosa de año y medio. El propósito no era solo hacer foto de callejeo: me pillé una bridge porque mi razonamiento era "quiero una cámara con la que pueda hacer cualquier tipo de fotografía", pero al final las fotos que se imponían no eran las de la catedral de Barcelona, sino las de un chico perdido en sí mismo, tocando la guitarra...
Thoughts by
gerard alís, en Flickr
Las fotos del Pedraforca no me aportaban nada, pero las de una chica haciendo algo tan tremendamente rutinario a día de hoy como son selfies, o las de una mujer mirando el movil, me tenían en la pantalla minutos enteros.
Sand, sea and selfie by
gerard alís, en Flickr
Light & Legs by
gerard alís, en Flickr
A partir de entonces es cuando tuve consciencia de que las fotos que quería hacer iban más en esa línea, y digamos que hubo un compromiso mayor. Pero simultáneamente esto ha acarreado que quizás ya no disfrute tanto como esas primeras veces. Le he imprimido una seriedad a esa afición que quizás no es buena para los resultados, porque a la larga mina un poco la moral y frustra. No es esta disciplina amiga de desánimos; si sales a la calle con sensaciones negativas y forzándote a encontrar algo no funcionará.
En lo que respecta al hecho de fotografiar a desconocidos hace tiempo que reflexioné y yo creo que la idea que hay que meterse en la mollera es la siguiente: NO ESTAS HACIENDO NADA MALO. Hasta que uno no se mete esto entre ceja y ceja va a tener problemas, va a ser malinterpretado por los demás, porque la gente es capaz de "oler" el nerviosismo. Cuando asumes esta premisa funcionas mejor: yo ya no oculto la cámara, me da igual que me vean o me juzguen. Que no te gusta que te haya fotografiado? borro la foto, sin problema.
Y por supuesto hay que respetar a la gente que se fotografía. He visto a fotógrafos de calle cuyo único objetivo era pillar a gente sin techo o borrachos, cuanto más estrafalario mejor; la verdad, no entiendo eso. Si lo único que te llama la atención es lo deprimente y ni siquiera tienes la capacidad de empatizar con los que fotografías, quizás desde un punto de vista más documental del asunto, me temo que tienes un problema.
En este tiempo he tenido dos incidentes: una vez relativamente serio, la otra poniéndome a parir con un aficionado del Barça borracho, después de haber ganado la última copa del rey. No fue a más. En los dos casos era gente que creía que los había fotografiado a ellos.