Creando una madre

Desde que mi mujer me dijo que iba a ser padre decidí que querría documentar todo el embarazo y el proceso de convertirnos en padres.

Mi mujer ha pasado unos primeros meses bastante hecha polvo. Y ella misma decía que de sentía más enferma que embarazada. Ahora que ya está mejor y la barriguita empieza a crecer: empieza a crearse el vínculo madre-hijo. Y yo, que estos días tengo siempre la cámara en mano, estoy listo para capturar esos momentos"mágicos" (para mi).

Trabajo desde casa y al mediodía mi mujer sale al balcón a tomar el sol. Ayer robé este precioso momento (a lo mejor solo para mi).

Me gustaría compartir la fotografía con vosotros.

Al final de todo, cuando nazca Pau. Haré un álbum. ¡Que ganas!

 

[salchi]

Muy bonita la foto napilut. Seguro que en un futuro agradeces muchísimo el trabajo de documentación de este proceso tan importante

A ver si algún día me animo a darle al blanco y negro, que viendo las tomas que colgáis alguno por el Foro dan ganas de no disparar en color nunca más... jejeje

 

[napilut]

Muy bonita la foto napilut. Seguro que en un futuro agradeces muchísimo el trabajo de documentación de este proceso tan importante

A ver si algún día me animo a darle al blanco y negro, que viendo las tomas que colgáis alguno por el Foro dan ganas de no disparar en color nunca más... jejeje

Muchísimas gracias.

Hacerlo tb es una manera de vivirlo que me gusta

 

[miyola]

Buenísima, me gusta la captura del momento de ella y la edición....la repetiría sin el tendedero....o la recortaría por debajo del respaldo de la silla, quedando solo el gesto. Un saludo.

 

[Alolo García]

Aparte de darte la enhorabuena y decirte como los compañeros que me parece una muy buena idea, respecto a la foto también felicitarte. Creo que está muy lograda. El foco y la luz están sobre lo esencial, que es ese gesto, esa primera caricia de la mano materna a vuestra criatura. El tendedero, para mi, sí aporta un contexto de visión de la escena: el de un ámbito doméstico, de privacidad e intimidad, de cotidianidad y hogar. También aporta ese punto especial de los padres, que vivimos esos momentos sin duda con muchas emociones, pero también un poco como observadores. En fin, que muy bien todo, compadre