Dilemas éticos en la fotografía urbana

Algunos sabréis que hace tiempo me propuse un proyecto 52 llamado "Incomunicados", una serie en la que me proponía ilustrar la sinrazón de la comunicación moderna, mayoritariamente mediatizada. La cosa no fructificó debido a mi inconstancia a la hora de subir resultados a la red, pero se quedaron en el tintero unas cuantas fotos que considero interesantes y que ya decidiré qué hacer con ellas.

Entre todas las imágenes, hay algunas en las que retrato furtivamente a gente que ilustra bien el propósito de mi proyecto, pero con las que dudo de la ética de mi trabajo. Supongo que hay fotos en las que creo que no me gustaría mucho verme protagonista. Y reflexiono sobre el límite de la justificación cultural y la del derecho a la privacidad. No es fácil.


incomunicados-x por Jon Díez Supat, en Flickr

Esta foto no está en mi galería pública de Flickr, pero la publico en este círculo más selecto como muestra de mis reflexiones. ¿Qué opináis?
 
Mostrar el mundo, tal como es, es ético. Opinar (con la imagen) sobre el, también. Pero no siempre es legar. Aunque ese no es un dilema ético.
 
La verdad es que después de ver muchas fotos dentro de este campo, he visto un poco de todo. Como en otros ordenes de la vida no creo que existan unos limites "Objetivos", los limites nos los marcamos cada uno y eso es lo que nos define como personas. O dicho brevemente, como dicen los catalanes "tu mateix" (tú mismo).

Un saludo
 
Para mí en fotografía social no hay más límite que el que supone entrar en el terreno del mal gusto o lo escabroso. Todos, absolutamente TODOS mis amigos/familia se maravillan con la fotografía social de mediados (o antes) del siglo pasado, pero de igual modo muchos se extrañan, incluso indignan, cuando me ven asaltar a la gente por la calle cámara en mano. Extrañándose de que nadie me parta la cara...no sé, lo veo una actitud un tanto hipócrita.

Para mí no hay ningún dilema, sencillamente fotografío personas en un entorno urbano, intento evitar retratar situaciones que degraden gratuitamente a los sujetos que fotografía y si alguien me pone mala cara, sencillamente levanto la cámara para hacerle ver que no voy a hacer la foto y sigo a lo mío.

En cualquier caso, Tele 5 ha hecho mucho daño :p

Saludos,
 
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Es el eterno dilema, y más siendo yo de los que te deja sin cámara si te plantas delante de mi y me sacas una foto sin pedírmelo...siempre digo (en mi caso), que las charlas éticas las dejes para la policía o para la Cruz Roja jajajaja. Ahora en serio, muchas veces anteponemos la ética que a nosotros nos conviene para justificarnos a los deseos (o no) de privacidad de unos desconocidos, por eso este debate será eterno


"Mucho equipo y poca maña"
 
Creo que el tema es de una hondura mucho mayor de lo que en principio pueda paracer. Nada más me pongo a pensar en qué decir, me percato de que el rostro humano es un reflejo de mi propio yo. Cualquier rostro, cualquier expresión. La mirada de un ser inteligente (especialmente el ser humano) nos plantea muchas preguntas y dilemas... Creo sinceramente que la respuesta no es sencilla. Seguramenmte se trate de ser capaces de simplificar y abstraer a la fotografía de todo lo que "no" muestra, pero eso es justamente lo más difícil. No sé compañero.... Si te sirve, la foto me parece muy buena y habría mucho que decir fotográficamente de ella... De lo otro..., ya te lo han dicho, es cosa tuya.
 
Una foto impresionante, es lo que se lama el instante decisivo. A mí me parece que deberías incluirlo en tu proyecto "incomunicados" ya que recoge muy bien su esencia. Y me parece que es una muestra de la realidad, no me parece éticamente reprobable porque a nadie que aparece en esta foto se le falta al respeto de alguna forma.
 
Una gran foto para ilustrar el lema de tu trabajo.

Personalmente opino que el límite de la ética acaba donde se pierden la educación y el respeto.

Un saludo.
 
A mi me parece una foto fantástica para el proyecto. Creo que los límites están, como bien se dice, en la pérdida del respeto y de ciertos valores de un modo totalmente gratuito. No todo vale con tal de sacar la foto, ni tampoco hay que dejar de sacar fotos porque para otros haya algo que no vale. Es la ética, el respeto y las razones que hay detrás del acto individual de cada uno lo que nos dicen si una foto merece la pena o no. Fotografiar no ha de ser un acto gratuito, pero tampoco hemos de dejar de hacerlo sólo porque, como bien dice otro compañero "Tele 5 haya hecho mucho daño". ;)

Documentar la realidad que vivimos es un acto totalmente válido, responsable y de interés, mientras no se degrade a las personas ni el respeto ni los límites hacia ellas.

Saludos!!
 
Estoy de acuerdo con lo que decís, sólo añadir que encuentro una sinrazón la sensación que tengo ahora cuando hago fotografías de carácter social.

Hace unos 35 años hacia fotografías por la calle o por el pueblo a todo cuanto me rodeaba en un afán de "capturar" lo me tocó vivir. Ahora vas preocupado. Te pueden denunciar, e incluso sí vas con trípode...tienes que pedir permiso al ayuntamiento para sacar fotografías. En fin, toda una aventura tras la cual en ocasiones te sientes culpable y no te atreves a mostrar tu trabajo por "posibles problemas legales".

Antes como ahora, si se mosqueaba el sujeto, bajas la cámara y normalmente es suficiente. Todo lo demás, me cuesta digerirlo. He perdido la tranquilidad.

Al fina, lo que ya dijisteis..."tu mismo". Fotografías que no puedan considerarse degradantes para la persona, etc., etc..

Por cierto, la fotografía estupenda. Yo también creo que debe molestar a nadie y es perfecta para tu proyecto. Enhorabuena


Enviado desde mi iPhone con Tapatalk
 
Es un debate que todos tenemos al hacer fotos de este tipo, que cada uno resuelve como puede, según su carácter, personalidad, voluntad, decisión, atrevimiento y experiencia.

Solo hay que observar las fotos de los clásicos y de los contemporáneos de prestigio, para comprobar que tienen actitudes de todo tipo: desde los más educados que hablan con los modelos y piden permiso para hacer la foto, a los que ocultan la cámara para captar las situaciones más sórdidas.

Opino que es muy saludable mantener este debate interior. Aunque hayamos establecido unos límites personales o unas justificaciones morales, de vez en cuando, cuando surjan situaciones nuevas o incidentes o queramos evolucionar, es saludable replantearnos esos límites para extenderlos o reducirlos. Siempre siendo muy conscientes de qué hacemos y por qué lo hacemos. Esto nos dará seguridad para realizar nuestro trabajo.

Como aficionado a la fotografía, no tengo ninguna obligación de hacer determinadas fotos. Hago las que me gustan. Si me exijo más es porque yo quiero, por afán de superación, por aprender, por llevar más allá mis posibilidades. Es decir, me encuentro a gusto haciendo las fotos que hago, aunque muchas veces me cueste hacerlas.

Sobre la privacidad, creo que estamos en una época en que está sobreprotegida. Una cosa es respetar la vida privada y otra que no puedas mirar a la gente cuando está en un lugar público. Y quien dice mirar, dice fotografiar, que viene a ser lo mismo, aunque lo primero dura un instante y lo segundo queda guardado. Si yo voy por la calle y me ve la gente con la que me cruzo ¿por qué no me puede ver alguien que está a muchos kilómetros de distancia, en la pantalla de su ordenador? ¿no es lo mismo? ¿no hay gente que se sienta en una terraza a ver pasar a los demás?

Yo procuro no fotografiar a personas en situaciones comprometidas o vergonzosas. Pero a veces esas son las que proporcionan mejores fotos. La pregunta puede ser ¿el resultado (una buena foto) compensa el haber invadido la privacidad? ¿o es mejor dejar de lado estas situaciones y buscar otras más agradables?

Porque es cierto que encontramos lo que vamos buscando. Si yo busco gente mirando mal a otras personas, por ejemplo, haré fotos de este tipo; si no voy buscando estas situaciones, no reaccionaré a tiempo y no haré la foto.

En el caso de Jon, busca incomunicación. Una persona incomunicada no va a tener buena cara, no va a sonreir. Jon va a hacer fotos pesimistas, de gente con un problema. Si eso te produce inquietud, la solución es fácil: cambia de tema. Por ejemplo, sin romperme mucho la cabeza, comunicación :)
 
:eek: :eek: :eek: :eek: :eek:

Pero, pero, pero, ¿es que no os habéis tomado la pastilla? ;D ;D ;D

Menos samba e mais traballar... O traducido a lo nuestro, menos hablar y mas fotografiar ;D ;D ;D
 
saltimir dijo:
Mostrar el mundo, tal como es, es ético. Opinar (con la imagen) sobre el, también. Pero no siempre es legar. Aunque ese no es un dilema ético.

El tema legal no me interesa debatirlo. Para eso ya hay otros hilos aparte.

Tú mismo lo dices, mostrar el mundo, tal como es, sería ético. Pero la fotografía no muestra el mundo tal como es, en el sentido más estricto, la objetividad no existe. Mostramos una interpretación del mundo a través de nuestro visor, unas centésimas de segundo que rebosan de subjetividad en el momento que mostramos nuestra visión, nuestro encuadre, nuestro instante, nuestra selección de foto.

propaganda.jpg


Posiblemente hayáis visto estas fotos publicadas en diarios de diferente signo político. Aunque no tengan nada que ver con la foto callejera, ambas son un instante de una realidad subjetiva que se ha mostrado al mundo en el marco de una guerra de propaganda política.

En mi proyecto intento mostrar el lado más oscuro de la mediatización de la comunicación humana, una pérdida de calidez y contacto directo entre nuestros semejantes y una tasa creciente de stress. En cierta forma los gestos captados son semejantes al de las fotos anteriores. Los dos mujeres fotografiadas tienen un rictus forzado, casi caricaturesco que podría servir bien a mi temática. ¿Pero esta selección de la realidad no es equiparable a las fotos de los políticos, una manipulación burda? Y, además, estas personas no son personajes públicos, ¿es ético publicar una foto con poses forzadas?

rocolabrador dijo:
La verdad es que después de ver muchas fotos dentro de este campo, he visto un poco de todo. Como en otros ordenes de la vida no creo que existan unos limites "Objetivos", los limites nos los marcamos cada uno y eso es lo que nos define como personas. O dicho brevemente, como dicen los catalanes "tu mateix" (tú mismo).

En eso estoy de acuerdo, Francisco. No hay límites objetivos. El "tú mismo", lo ando buscando ;-)

Dragamon dijo:
Es el eterno dilema, y más siendo yo de los que te deja sin cámara si te plantas delante de mi y me sacas una foto sin pedírmelo...siempre digo (en mi caso), que las charlas éticas las dejes para la policía o para la Cruz Roja jajajaja. Ahora en serio, muchas veces anteponemos la ética que a nosotros nos conviene para justificarnos a los deseos (o no) de privacidad de unos desconocidos, por eso este debate será eterno

No hagáis caso del amenazador avatar de Dragamon ni a sus amenazadoras palabras para fotógrafos atrevidos, ¡es pura pose! En el fondo se esconde una persona dulce y comprensible con nuestro noble arte callejero :-D

La ética que a nosotros nos conviene no es ética, es pura farsa.

Emji dijo:
Creo que el tema es de una hondura mucho mayor de lo que en principio pueda paracer. Nada más me pongo a pensar en qué decir, me percato de que el rostro humano es un reflejo de mi propio yo. Cualquier rostro, cualquier expresión. La mirada de un ser inteligente (especialmente el ser humano) nos plantea muchas preguntas y dilemas... Creo sinceramente que la respuesta no es sencilla. Seguramenmte se trate de ser capaces de simplificar y abstraer a la fotografía de todo lo que "no" muestra, pero eso es justamente lo más difícil. No sé compañero.... Si te sirve, la foto me parece muy buena y habría mucho que decir fotográficamente de ella... De lo otro..., ya te lo han dicho, es cosa tuya.

Estoy muy de acuerdo en eso que planteas: la fotografía es una "simplificación" de la realidad. Muestra una pequeña parte, pero oculta muchísimo más. Y eso, en cierta foto callejera, en la fotografía documental, implica responsabilidad. El "es cosa tuya" que me dices tú y más de uno no es sólo cosa mía, tal como lo es la ética que, al contrario que la moral impuesta, es una construcción consensuada de valores.

BartoK dijo:
Una foto impresionante, es lo que se lama el instante decisivo. A mí me parece que deberías incluirlo en tu proyecto "incomunicados" ya que recoge muy bien su esencia. Y me parece que es una muestra de la realidad, no me parece éticamente reprobable porque a nadie que aparece en esta foto se le falta al respeto de alguna forma.

Gracias BartoK por compartir tu opinión.

asueto dijo:
Para mí en fotografía social no hay más límite que el que supone entrar en el terreno del mal gusto o lo escabroso.

JMRoncero dijo:
Una gran foto para ilustrar el lema de tu trabajo.
Personalmente opino que el límite de la ética acaba donde se pierden la educación y el respeto.

JayP dijo:
A mi me parece una foto fantástica para el proyecto. Creo que los límites están, como bien se dice, en la pérdida del respeto y de ciertos valores de un modo totalmente gratuito. No todo vale con tal de sacar la foto, ni tampoco hay que dejar de sacar fotos porque para otros haya algo que no vale.
JavierM dijo:
Estoy de acuerdo con lo que decís, sólo añadir que encuentro una sinrazón la sensación que tengo ahora cuando hago fotografías de carácter social.

Hace unos 35 años hacia fotografías por la calle o por el pueblo a todo cuanto me rodeaba en un afán de "capturar" lo me tocó vivir. Ahora vas preocupado. Te pueden denunciar, e incluso sí vas con trípode...tienes que pedir permiso al ayuntamiento para sacar fotografías. En fin, toda una aventura tras la cual en ocasiones te sientes culpable y no te atreves a mostrar tu trabajo por "posibles problemas legales".

Antes como ahora, si se mosqueaba el sujeto, bajas la cámara y normalmente es suficiente. Todo lo demás, me cuesta digerirlo. He perdido la tranquilidad.

Al fina, lo que ya dijisteis..."tu mismo". Fotografías que no puedan considerarse degradantes para la persona, etc., etc..

Por cierto, la fotografía estupenda. Yo también creo que debe molestar a nadie y es perfecta para tu proyecto. Enhorabuena

Estamos de acuerdo, chicos. Hay fotos que son ejemplos bastante claros de lo que es perder el respeto de una manera gratuita y morbosa. Al margen de que una señora me llamó "maleducado" la semana pasada por el hecho de apuntarle con el objetivo, hay una opinión común (que no se mete en el terreno legal) que justifica la necesidad de poder retratar nuestro tiempo, ofrecer nuestra visión personal al mundo. Esta foto me parecía que entraba en el terreno de lo escabroso pero, por la percepción general, quizá sea válida...

Y es cierto JavierM, no es lo mismo este debate ahora que hace 30 años. El poder de la imagen global hoy en día no tiene comparación a lo que era una fotografía antes. Aun así, no es razón para dejar de tomar fotos en la calle aunque para aquellos, como yo, que han empezado en serio con esto hace menos de diez años, puede ser más fácil lidiar con la paranoia actual.

miguelde dijo:
Es un debate que todos tenemos al hacer fotos de este tipo, que cada uno resuelve como puede, según su carácter, personalidad, voluntad, decisión, atrevimiento y experiencia.

Solo hay que observar las fotos de los clásicos y de los contemporáneos de prestigio, para comprobar que tienen actitudes de todo tipo: desde los más educados que hablan con los modelos y piden permiso para hacer la foto, a los que ocultan la cámara para captar las situaciones más sórdidas.

Opino que es muy saludable mantener este debate interior. Aunque hayamos establecido unos límites personales o unas justificaciones morales, de vez en cuando, cuando surjan situaciones nuevas o incidentes o queramos evolucionar, es saludable replantearnos esos límites para extenderlos o reducirlos. Siempre siendo muy conscientes de qué hacemos y por qué lo hacemos. Esto nos dará seguridad para realizar nuestro trabajo.

Como aficionado a la fotografía, no tengo ninguna obligación de hacer determinadas fotos. Hago las que me gustan. Si me exijo más es porque yo quiero, por afán de superación, por aprender, por llevar más allá mis posibilidades. Es decir, me encuentro a gusto haciendo las fotos que hago, aunque muchas veces me cueste hacerlas.

Sobre la privacidad, creo que estamos en una época en que está sobreprotegida. Una cosa es respetar la vida privada y otra que no puedas mirar a la gente cuando está en un lugar público. Y quien dice mirar, dice fotografiar, que viene a ser lo mismo, aunque lo primero dura un instante y lo segundo queda guardado. Si yo voy por la calle y me ve la gente con la que me cruzo ¿por qué no me puede ver alguien que está a muchos kilómetros de distancia, en la pantalla de su ordenador? ¿no es lo mismo? ¿no hay gente que se sienta en una terraza a ver pasar a los demás?

Yo procuro no fotografiar a personas en situaciones comprometidas o vergonzosas. Pero a veces esas son las que proporcionan mejores fotos. La pregunta puede ser ¿el resultado (una buena foto) compensa el haber invadido la privacidad? ¿o es mejor dejar de lado estas situaciones y buscar otras más agradables?

Porque es cierto que encontramos lo que vamos buscando. Si yo busco gente mirando mal a otras personas, por ejemplo, haré fotos de este tipo; si no voy buscando estas situaciones, no reaccionaré a tiempo y no haré la foto.

En el caso de Jon, busca incomunicación. Una persona incomunicada no va a tener buena cara, no va a sonreir. Jon va a hacer fotos pesimistas, de gente con un problema. Si eso te produce inquietud, la solución es fácil: cambia de tema. Por ejemplo, sin romperme mucho la cabeza, comunicación :)


Una brillante intervención Miguel, casi que da para un post en un blog ;-) (ya te voy a proponer algo). Te comento tus últimas líneas:

Por supuesto que la temática de mi proyecto me causa inquietud, ¿Crees que a Diane Arbus le generarían buenos sentimientos muchas de sus fotografías? Aun así, ese desasosiego no provocó que cambiara su búsqueda fotográfica y, de hecho, le llevó a un fatal desenlace.

No, no busco un desenlace fatal y poético que deje un gran legado en el mundo. Mi búsqueda es catártica y también es complementaria a otras disciplinas en la que trato el mismo tema. Eso sí, también hago fotos a gatitos :-D

efe dijo:
Pero, pero, pero, ¿es que no os habéis tomado la pastilla? ;D ;D ;D

Menos samba e mais traballar... O traducido a lo nuestro, menos hablar y mas fotografiar ;D ;D ;D

Qué dices! con lo que mola chafardear de estas cosas! Mucha samba y trabajo, me quedo con los dos :-D
 
JonDiez, has destruido mi reputación, que lo sepas! Cualquier día de estos te hago un "robado" (palabro prohibido) en plan "street photo..") palabro más prohibido! Jajaja. El único motivo real de que yo sea incapaz de hacer fotos de este tipo es que me paro en todas las terrazas con pinta de servir buenas cañas, y así no se puede. Jajaja. A parte de eso que cada uno haga lo que quiera y se enfrente a la psicología individual de cada persona como sepa y pueda. Y ahora disculpadme, que me traen la caña con la espuma perfecta! Jejeje


"Mucho equipo y poca maña"
 
El tema de la ética en la fotografía urbana o social viene de largo, ya que el debate viene, en si, de la ética del periodismo y de su necesidad de añadir imágenes para ilustrar sus historias. A día de hoy considero que la fotografía urbana, en sí, se ha separado lo suficiente del fotoperiodismo como para ser un género aparte -al menos en lo que a imágenes individuales se requiere- aun así ha heredado muchos de los dilemas éticos, lo cual me parece bastante normal.

Yo creo que algo que os habéis 'olvidado' de comentar es el tema de la "intención" detrás de una fotografía. En ciertas disciplinas de la fotografía (paisaje, retrato, bodegón, etc.) el fotográfo parte de una idea más o menos clara, sabe que es exactamente lo que quiere (especialmente en terminos visuales) y ejecuta su trabajo en base a obtener unos resultados específicos. Es decir, parte de una intencionalidad. En el tema de la fotografía callejera, especialmente cuando simplemente buscamos imágenes individuales y no una serie de imágenes, por lo general dicha intencionalidad no es tan clara y por lo general no aparece hasta llegado el momento de la edición (por 'edición' me refiero al proceso de selección de imágenes, y no al trabajo de procesado de ellas). Debido a eso yo creo que es muy importante intentar observar nuestras fotos callejeras como si fueramos otra persona, intentando imaginarnos qué percepción podrían tener al observarlas. Obviamente es imposible imaginarse como todas y cada una de las posibles personas que se encuentren la imagen la van a percibir, pero para ayudarme un poco a esa abstracción yo procuro no ver las fotos que he hecho un determinado día hasta pasadas unas semanas, para poder olvidar el momento fotografiado y poder juzgarlo más 'desde el exterior', por decirlo de una manera (algo, precisamente, que todos los maestros del género recomiendan hacer).

Al trabajar en un ensayo fotográfico en cambio, partimos de una intencionalidad más clara, dicha intencionalidad posiblemente se moldeé a medida que el proyecto se desarrolla pero la esencia de ella no cambia ya que fue esa misma la que nos motivó en un principio. Y para mi es ahí donde debe estar el principio ético que nos impulsa a llevarlo a cabo. Si la temática de un proyecto envuelve un concepto que es sensible para la sociedad en general y que pueda hacer que determinadas personas se sientan ofendidas es, a mi parecer, el último de nuestros problemas. Piensa claramente que es lo que quieres conseguir con el proyecto: ¿quieres plantear un debate sobre un tema social o quieres simplemente ridiculizar a la sociedad (por el mero hecho de ridiculizar) alrededor de dicho tema social?

Ridiculizar en sí es ruin, o, al menos, eso parece. Has puesto a Diane Arbus como ejemplo en cuanto a los sentimientos personales en cuanto a nuestras propias fotos; no es mal ejemplo pero creo que es un poco extremo teniendo en cuenta la personalidad (de la que no se sabe mucho tampoco) de Diane y el tipo de temática de sus fotografías. Yo personalmente no creo que Diane tuviese la intención de ridiculizar a sus sujetos, pero es cierto que ella dejó escrito que algunas veces no sabia como o qué sentir al observar su propio trabajo. A mi me gusta más otro ejemplo, uno previo a Diane, y tal vez más relacionado con la fotografía callejera clásica, y que en su día levantó muchas ampollas: Robert Frank y su libro "The Americans". Un libro y un trabajo que a mi me parece excepcional. Robert Frank consiguió fotografiar una serie de clichés americanos y secuenciarlos con una narrativa en la cual ya no erán clichés en sí, sino una llamada de atención -muy personal- sobre patrones de comportamiento, actitudes y relaciones sociales comunes a su tiempo, un tiempo en el que el 'orgullo Americano' estaría tal vez en lo más alto como vencedores de la Segunda Guerra Mundial y autoprocamación del 'pais de los derechos y libertades', estando en la realidad lejos de ser eso. Y fue eso lo que llevó a ese trabajo el ser duramente criticado, por poner en evidencia temas los cuales la mayoría de las personas evitaban hablar el libro se convirtió en una especie de bofetada que muchos se negaron a recibir; era una ofensa el que un inmigrante de la Europa vencida se atreviera a dar lecciones de moralidad a los que allí habitaban, aquellos que le acogieron en su pais. A día de hoy, en cambio, el libro está considerado como una obra maestra.

Sin necesidad de ir a los tiempos de Robert Frank tenemos otros ejemplos más contemporáneos: Bruce Gilden y Martin Parr. Los dos miembros de Magnum y consagrados como maestros en su propia manera de ver el mundo. Gilden ya sabemos como trabaja, flash directo a la cara de sus sujetos desde muy cerca, el mismo dice en su página web "cuanto más viejo me hago más me acerco a ellos" y ha recibido críticas duras por su manera de trabajar. Incluso recuerdo una entrevista suya hecha 'a pie de calle', al mismo tiempo que trabajaba, en la cual él dice "mi trabajo se alimenta de energía negativa" justo después de un enfrentamiento en la calle. Sus resultados que los juzgue cada uno, para mi su trabajo sobre los Yakuza me parece impresionante como poco. Y Martin Parr..., pues qué se puede decir, muy aplaudido ha día de hoy, sobre todo en estas tierras inglesas en las que habito pero su publicación "The Last Resort" -tal vez su mejor trabajo- también levantó muchas ampollas al ser expuesto en Londres mientras que semanas antes, en la exposición hecha en Liverpool (es decir, muy cerca de New Brighton, sitio en el cual las fotos fueron realizadas) nadie se escandalizó y les pareció fotos 'muy normales'. Incluso los miembros de Magnum al principio no querían admitirlo por 'falta de ética', por fotografiar a la clase obrera de una manera crítica; y posteriormente fue aceptado porque su intención no era en ningún momento el ridiculizar, sino todo lo contrario -pero las fotos seguían siendo las mismas.

Para hacer más incapié todavía si cabe, está el claro ejemplo de fotografiar la pobreza, ya sea en la forma de mendigos, niños hambrientos, etc. Un tema sensible y estoy casi seguro que la gran mayoría, por no decir todos, de los que hacemos fotografía callejera en un momento u otro hemos caido en ese cliché. En cículos en los que de vez en cuando me muevo, una fotografía (y ojo, sólo UNA) de ese tipo provocaría la ira de tus compañeros que harían cola para flagelarte sin piedad. En cambio una serie dedicada al tema, tratando los sujetos con dignidad y ensalzando su valor humano recibiría una crítica totalmente opuesta.

Ahora, ejemplos de lo contrario también hay muchos. Como las dos fotos que has colgado como ejemplo, o las fotos 'feas' que se filtraron de la actuación de Beyoncé en los Juegos Olímpicos de Londres hace un par de años. Fotos que, en mi opinión, reflejan una falta de ética periodística absoluta ya que esas fotos fueron filtradas con la única intención de ridiculizar al sujeto y que ha llevado en el caso de Beyoncé a prescindir de los fotógrafos en sus actuaciones durante una temporada y posteriormente a reducir el tiempo en el cual pueden trabajar a tan sólo una canción en lugar de las 3 que normalmente se conceden. Yo he realizado varios trabajos en conciertos y sinceramente, conseguir fotos ridículas de los músicos es super-sencillo, y siempre que me encuentro con ellas las borro inmediatamente, no las quiero ni como parte de mi archivo. La parte más importante del proceso para el fotógrafo callejero/social o reportero gráfico es la edición, saber elegir qué publicar y qué no y saber reconocer casos extremos como los anteriores en los cuales no solamente 'haces daño' al sujeto fotografiado, sino también al gremio (por si lo primero no fuese suficiente).

Yo te animaría a que siguieras con ese proyecto que tienes en mente pero sin preocuparte demasiado en hacer públicos los resultados de una manera constante. Considero que para poder hacer un trabajo medianamente serio es necesario que se acumule una buena cantidad de imágenes antes de pasar por el proceso de edición serio. Yo precisamente llevo varios meses intentando acumular una colección de imágenes alreadedor de una temática que me surgió por entonces. A día de hoy he hecho públicas muy pocas de esas imágenes porque no estoy del todo seguro como participan unas con otras, incluso hay alguna que estoy casi seguro que, por separado y de manera aislada, darían lugar a interpretaciones erróneas. A mi me gustaría ver ese ensayo tuyo una vez terminado, una vez que hayas tenido el fruto del trabajo en tu mano, lo hayas estudiado, hayas pensado muy seriamente como una foto concreta se relaciona con la anterior y con la siguiente y, sobre todo, cuando hayas 'verificado' que lo que quieres mostrar se corresponde con la intencionalidad con la cual comenzaste. Los grandes fotógrafos documentales o callejeros muestran muy pocas de sus fotos de manera individual, por lo general presentan 'trabajos' terminados y considero importante el reflexionar sobre ese método de trabajo, sobre todo cuando existe cierto tema ético/moral alrededor del proyecto.

Perdón por dar la paliza con semejante chorrazo modelo 'ensayo', pero es un tema sobre el que he reflexionado mucho y que me preocupa bastante. A pesar de todo, por mucho que le demos vueltas, considero que la única conclusión posible es que es imposible satisfacer a todo el mundo, críticas siempre las recibirás y por lo tanto la única moral o ética que cuenta es la tuya propia.

Buena suerte con dicho proyecto!
 
Muy interesante este hilo y el proyecto.
Sobre el tema de privacidad habría que hacer alguna consideración:

No es lo mismo la fotografía de hoy en dia que la de hace 50 años. Hace 50 años salías a la calle con una cámara y la gente se ponía delante para que la fotografiaras. Hoy en día en el que todo el mundo tiene una o mas cámaras (todos los móviles las llevan) la situación ha cambiado bastante, y hemos pasado al punto contrario, sales a la calle con una cámara y la gente te evita. En ese período los medios de comunicación han explosionado y ahora la información está al alcance de todo el mundo casi instantáneamente, mientras que hace 50 años raramente veias fotos de otras personas.
Entiendo que la gente quiera preservar su intimidad.

Dicho lo anterior, también es cierto que los limites de nuestra intimidad se borran cuando nos metemos en un entorno público y pasamos a formar parte del paisaje.

A mi me gusta la fotografía urbana por lo que tiene de documental, y el tema ético depende de cada uno. Personalmente no tengo ninguna restricción en tomar fotos de grupos de personas, y en el caso de individuos aislados procuro o bien que no se les reconozca o bien pedir permiso. El problema de pedir permiso es que si se hace "antes de", condiciona a la persona y pierde espontaneidad, por lo que suelo tirar la foto y pedir permiso después. Si me lo deniegan, las borro discretamente.

Resulta conveniente llevar a tui pareja. En muchos casos me ha servido de ayuda, sobre todo cuando se trata de fotos de niños, en la que los padres se ponen enseguida en guardia. Ella se enrolla con la madre, le dice que soy un friki de la fotografía y que le dé su dirección de correo electrónico para enviarles las fotos, y suele funcionar muy bien.

Saludos.
Jes.
 
alonsodomin dijo:
Perdón por dar la paliza con semejante chorrazo modelo 'ensayo', pero es un tema sobre el que he reflexionado mucho y que me preocupa bastante.

Perdón, dices, ¡para nada! Ha sido una auténtica gozada leer tu respuesta, Alonso. Pensamos parecido en la mayoría de cosas que cuentas: me ha reafirmado en algunos aspectos y me ha hecho cavilar en otros. Llevo un par de días intentando sacar un rato para responderte adecuadamente pero no será posible hasta el fin de semana, o sea que al menos te transmito mi agradecimiento por tu tiempo y por continuar una conversación tan de mi interés.

jesito dijo:
A mi me gusta la fotografía urbana por lo que tiene de documental, y el tema ético depende de cada uno. Personalmente no tengo ninguna restricción en tomar fotos de grupos de personas, y en el caso de individuos aislados procuro o bien que no se les reconozca o bien pedir permiso. El problema de pedir permiso es que si se hace "antes de", condiciona a la persona y pierde espontaneidad, por lo que suelo tirar la foto y pedir permiso después. Si me lo deniegan, las borro discretamente.

Se me haría complicado pedir permiso explícito en temas sensibles como el de la imagen del post. La señora que aparece en primer plano se dio cuenta de que le estaba tomando la foto y, simplemente, se dio la vuelta. Con ello, doy por hecho de que hay una aprobación implícita (o al menos no denegación) de mi actividad. Si me hubiera dicho inmediatamente que borrara la foto, lo habría hecho, pero no fue el caso.

En todo caso, la cuestión ética me asalta posteriormente a la toma de la foto: no veo mal tomar imágenes de manera furtiva siempre que se sea responsable con ese material.
 
A mi me pasó un caso en Valencia, no hace mucho, ante el cual no supe reaccionar y me hizo recapacitar. Lo comparto con vosotros a ver si os dice algo:
Iba paseando por la ciudad, con la cámara a punto y buscando "la escena", cuando pasé por una pequeña callejuela que une la plaza de la virgen con la del micalet. Pues bien, desde lejos escuché un violín, pero iba tan sumergido mirando a la gente y sus movimientos que me pasó inadvertido hasta que lo tuve prácticamente a mi lado.
Era un chico joven, poco mas de 30años, con las vestiduras y la tez bastante sucias causa de la dureza de la vida que imagino soportará, pero que tocaba maravillosamente. El caso es que me planté delante de él, me llevé la cámara al ojo y dejó de tocar, frunció el ceño y me levantó un dedo... Me pareció tan grosero y tan absurdo, que reaccioné bajando la cámara y pillando una rabieta que (la santa de) mi mujer supo sofocar rápidamente.
Me quedé sin foto.

Pues recapacitando en casa llegué a la conclusión de que ESA foto, habría sido 20 veces mejor que la del señor tocando distraído, como las hay a millares. Esa foto mostraba una faceta humana de la que nadie estamos exentos... Mostraba la dureza de una vida complicada y la rabia del que podría haber sido víctima de "burlas" anteriores (lo mío era con todo el respeto del mundo. Incluso teniar preparadas algunas monedas para darle en cuanto la sacara).
Y me recordó a un artículo que leí sobre un fotógrafo, el cual no recuerdo, que hacía el experimento de fotografiar a gente dentro de sus vehículos para sacar su lado defensivo y "agresivo".

Pues bien, desde ese día, decidí que no volvería a bajar la cámara ante una reacción inesperada. No caeré en el error de buscar solo a gente sonriendo, cual cervatillos. Pues somos humanos, tenemos un gran abanico de sentimientos y todas merecen ser captados ante mi pequeña fuji :D

Ahí queda mi pequeña y fugaz experiencia!!
Un saludo.
 
Yo creo que alguien que no quiere ser fotografiado no debería serlo. Hubiera actuado igual.

Cuando veo alguien a quien quiero fotografiar simplemente le pregunto si le importa y le digo que luego le mando las fotos.
 
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