Funciona como algo llamativo pero también tiene un aire simbólico en los tiempos que corren: la naturaleza prevalece frente a la fugacidad e incluso la vanidad de lo humano. El encuadre cerrado elimina distracciones. Creo que hubiera funcionado muy bien en blanco y negro o al menos desaturando un poco ese verde del césped, que coge demasiado fuerza, en mi opinión.