El banco engullido por el árbol

La verdad es que es una rareza, sabe Dios los años que lleva ahí incrustado por que el árbol se ve entradito en años.
Un saludo
 
Funciona como algo llamativo pero también tiene un aire simbólico en los tiempos que corren: la naturaleza prevalece frente a la fugacidad e incluso la vanidad de lo humano. El encuadre cerrado elimina distracciones. Creo que hubiera funcionado muy bien en blanco y negro o al menos desaturando un poco ese verde del césped, que coge demasiado fuerza, en mi opinión.
 
Atrás
Arriba