En absoluto se trata de desmerecer las artes, más bien de actualizar el concepto. Música y literatura, aparte del contenido visual que puedan tener (en el teatro o la ópera, por ejemplo), no entrarían dentro del estudio de las "artes plásticas", que es de lo que estaba opinando obviamente. Según la clasificación tradicional, desde los antiguos griegos las creaciones plásticas se ordenaban por niveles que iban desde las bellas artes hasta las artes aplicadas. De hecho la pintura románica era considerada en la Edad Media un simple oficio menos importante que el de cantero, por ejemplo. Según el punto de vista de la Bauhaus, allá por los años veinte del pasado siglo, todas las artes, aplicadas o bellas, gozaban de la misma categoría, idea que ya lanzaron los prerrafaelistas con William Morris a la cabeza a mediados del siglo XIX. A partir de Duchamp y posteriormente con los artistas conceptuales el Arte se vuelve difícil de definir o concretar, ya no es un objeto elaborado a partir de técnicas concretas, sino una idea que pretende provocar determinadas reacciones en el espectador.
La idea de las siete Bellas Artes, en la que asombrosamente se incluye el cine y no la fotografía (???) tiene de particular el número 7, como las 7 maravillas del mundo, 7 pecados capitales, etc., aunque luego se le añadan una octava o novena.
Si hablamos de Cultura Visual el concepto es mucho más abierto: diseño, publicidad, acciones o performances, arte digital, videoarte, instalaciones... La fotografía se encuentra quizás en un lugar intermedio puesto que pese a su "juventud" (comparada con otras artes) ya goza de una tradición, unos autores consagrados, estilos y tendencias más que estudiados, pero no podemos olvidar que estamos en el siglo XXI, en el que las imágenes gozan de más importancia que nunca y en el que la relación del público con ellas también ha cambiado, la Fotografía (así, con mayúscula) que podríamos denominar de autor claro que formaría parte de las Artes en el sentido tradicional de la palabra, pero en mi opinión la fotografía es más, va mucho más allá. Es un modo de comunicación que en cada instante genera un número incalculable de datos a través de las redes y que nos está dando una visión de la sociedad en la que vivimos, de cómo somos y quiénes somos, que es, al fin y al cabo, lo que las artes tradicionales han venido haciendo desde los tiempos de Altamira.
Saludos y disculpas por haberme extendido tanto.