jotae
Gurú Fujista
Abro hilo para que cada cual exprese libremente su forma y manera de sentir la fotografía, porque de esa forma dependen muchas cosas a la hora de opinar, pedir y prestar consejo.
En mi caso, la fotografía es una alternativa, un sustituto, un placebo a la frustración por mi falta de talento para el dibujo o la pintura. Siempre ha sido un aliciente máximo a seguir el placer de poder retener la belleza percibida y los sentimientos que inspira, esa "caza incruenta" del instante y su gozo.
No obstante, camino de los 73 tacos, se va diluyendo la ansiedad y, como rezaba aquel programa televisivo, "el alma se serena". El cacharreo, cuajado de más frustraciones y desengaños, se atempera y acomoda y el gozo y el disfrute pasan a depender no tanto del capricho y el cambio de cacharro como de la necesidad vital de buscar los instantes disfrutando del camino y del momento.
Por otra parte, mis cada vez más evidentes limitaciones físicas también juegan un papel en la reconversión de la bendita afición hacia lo posible y mucho más a lo probable. De ahí que me cueste mucho entender esa obsesión de los fabricantes de artilugios por los cacharros cada vez más grandes y pesados, olvidando ese importante nicho de los mayores, dueños y señores del tiempo (con permiso de los achaques propios de la edad).
Toda esta chapa viene a cuento de la importancia que estoy dando a la portabilidad del equipo, muy por encima de sus componentes y versatilidad. Así que ajusto mi mirada a la que utilizaría, de haber sido otro el camino, ante un bloc de dibujo o un caballete de pintura y, por lo tanto, me despreocupo de más cachivaches y renuncio a retratar pajaritos o acercar la lejanía más allá de lo que yo pueda hacerlo con mis pasos.
Y en esas estamos! Cada día encuentro otro placer, ni mejor ni peor sino diferente, en compañía de una simple Fuji X100 o Ricoh GR con que retener el momento, en perfecta complicidad entre ambos.
En mi caso, la fotografía es una alternativa, un sustituto, un placebo a la frustración por mi falta de talento para el dibujo o la pintura. Siempre ha sido un aliciente máximo a seguir el placer de poder retener la belleza percibida y los sentimientos que inspira, esa "caza incruenta" del instante y su gozo.
No obstante, camino de los 73 tacos, se va diluyendo la ansiedad y, como rezaba aquel programa televisivo, "el alma se serena". El cacharreo, cuajado de más frustraciones y desengaños, se atempera y acomoda y el gozo y el disfrute pasan a depender no tanto del capricho y el cambio de cacharro como de la necesidad vital de buscar los instantes disfrutando del camino y del momento.
Por otra parte, mis cada vez más evidentes limitaciones físicas también juegan un papel en la reconversión de la bendita afición hacia lo posible y mucho más a lo probable. De ahí que me cueste mucho entender esa obsesión de los fabricantes de artilugios por los cacharros cada vez más grandes y pesados, olvidando ese importante nicho de los mayores, dueños y señores del tiempo (con permiso de los achaques propios de la edad).
Toda esta chapa viene a cuento de la importancia que estoy dando a la portabilidad del equipo, muy por encima de sus componentes y versatilidad. Así que ajusto mi mirada a la que utilizaría, de haber sido otro el camino, ante un bloc de dibujo o un caballete de pintura y, por lo tanto, me despreocupo de más cachivaches y renuncio a retratar pajaritos o acercar la lejanía más allá de lo que yo pueda hacerlo con mis pasos.
Y en esas estamos! Cada día encuentro otro placer, ni mejor ni peor sino diferente, en compañía de una simple Fuji X100 o Ricoh GR con que retener el momento, en perfecta complicidad entre ambos.