Amanece en el pueblito y se levanta la niebla que ocultaba prácticamente todo.
Me he traído la cámara para dar una vuelta por ahí entre los bancales de almendros y olivos y quizás me atreva a subir a la sierra, todo depende de las ganas de colaborar de mis rodillas.
No tenía ninguna gana de llevarme la cámara a pasar el finde al pueblo, pero al haber recibido el XC 35mm f/2 que compré recientemente en el foro pensé que sería buena idea probar el objetivo por aquí.
Saliendo del pueblo veo como se ha formado una bruma espectacular en la parte mas profunda de aquel terreno donde precisamente hay una albufera que aunque ahora no este muy llena de agua, cuando lo está acoge a muchas especies de aves y anfibios que forman un hábitat muy variado.
Mi concepción de la fotografía o al menos la manera de presentarla en este foro, que es el único en el me muestro, ha ido cambiando con el tiempo y ahora necesito contar una historia con cada imagen que subo por aquí.
La piscina municipal se encuentra en la entrada del pueblo y cuando me dispongo a salir no puedo evitar el parar a observar las pérgolas vacías y la piscina con el agua calmada.
De pronto se me viene a la cabeza los momentos de verano en los que debajo de esa pérgola no cabe nadie mas para guarecerse de ese sol de justicia que en las comarcas de interior se muestra mas intenso que en la costa superando con creces los 40º y la gente que no está bajo la sombra se encuentra en la piscina, los niños chapoteando incesantemente, el amigo José Luis que se hace largos interminables de un extremo a otro enfundado en su gorro de baño y su meyba ajustado para deleite de mas de una amiga del grupito de la esquina donde el agua no cubre, lugar de cotilleo local por excelencia y canal emisor de todo chismorreo gratuito.
Me recuerdo cuando mis hijos eran pequeños y los enseñaba a nadar en esta piscina, ahora son otros padres noveles los que se dedican enteramente a jugar con sus hijos pequeños.
Ha sido un momento muy pequeño pero suficiente para que a mi mente vengan todas esas imágenes de mas de un verano y ahora me encuentro con esta soledad tan calmada que pienso que si la piscina pudiese razonar quizás pensaría como yo, que a gusto se está cuando uno está tranquilo.
La foto ya la tengo vista en blanco y negro y lo único que tengo que hacer es intentar salvar de la manera que sea la verja metálica que hay entre la pérgola, la piscina y yo.
Saludos!!!
Me he traído la cámara para dar una vuelta por ahí entre los bancales de almendros y olivos y quizás me atreva a subir a la sierra, todo depende de las ganas de colaborar de mis rodillas.
No tenía ninguna gana de llevarme la cámara a pasar el finde al pueblo, pero al haber recibido el XC 35mm f/2 que compré recientemente en el foro pensé que sería buena idea probar el objetivo por aquí.
Saliendo del pueblo veo como se ha formado una bruma espectacular en la parte mas profunda de aquel terreno donde precisamente hay una albufera que aunque ahora no este muy llena de agua, cuando lo está acoge a muchas especies de aves y anfibios que forman un hábitat muy variado.
Mi concepción de la fotografía o al menos la manera de presentarla en este foro, que es el único en el me muestro, ha ido cambiando con el tiempo y ahora necesito contar una historia con cada imagen que subo por aquí.
La piscina municipal se encuentra en la entrada del pueblo y cuando me dispongo a salir no puedo evitar el parar a observar las pérgolas vacías y la piscina con el agua calmada.
De pronto se me viene a la cabeza los momentos de verano en los que debajo de esa pérgola no cabe nadie mas para guarecerse de ese sol de justicia que en las comarcas de interior se muestra mas intenso que en la costa superando con creces los 40º y la gente que no está bajo la sombra se encuentra en la piscina, los niños chapoteando incesantemente, el amigo José Luis que se hace largos interminables de un extremo a otro enfundado en su gorro de baño y su meyba ajustado para deleite de mas de una amiga del grupito de la esquina donde el agua no cubre, lugar de cotilleo local por excelencia y canal emisor de todo chismorreo gratuito.
Me recuerdo cuando mis hijos eran pequeños y los enseñaba a nadar en esta piscina, ahora son otros padres noveles los que se dedican enteramente a jugar con sus hijos pequeños.
Ha sido un momento muy pequeño pero suficiente para que a mi mente vengan todas esas imágenes de mas de un verano y ahora me encuentro con esta soledad tan calmada que pienso que si la piscina pudiese razonar quizás pensaría como yo, que a gusto se está cuando uno está tranquilo.
La foto ya la tengo vista en blanco y negro y lo único que tengo que hacer es intentar salvar de la manera que sea la verja metálica que hay entre la pérgola, la piscina y yo.
Saludos!!!