Hola a todos,
acabo de desembarcar en el mundo Fuji a través de una X-T30 que aún estoy esperando... Mi devenir cacharrero ha sido tortuoso y algo rocambolesco. Os dejo unas mínimas pinceladas:
Mi primera cámara digital fue una Olympus Camedia C-150, una compacta de 2MP con la que me lo pasé genial y que me robaron en Barcelona. Como curiosidad, cuando me la compré (200 euros en El Corte Inglés) mi ordenador no tenía puerto usb, por lo que cuando llenaba la tarjeta tenía que eliminar las fotos para seguir usando la cámara... un ejercicio bastante absurdo, lo sé.
Olympus me dejó un buen sabor de boca, por lo que en la siguiente cámara tiré por el mismo camino. Fue una Camedia C-760, una compacta avanzadilla con un zoom bastante potente para la época y al que saqué mucho rendimiento. Todavía la conservo.
Desde ahí di el salto al mundo réflex en forma de Pentax K-x. Nada que objetar a esta cámara sencilla, bien construida y con buen manejo de los isos altos (en su gama, por supuesto).
Con la llegada de móviles con mejores cámaras me di cuenta de que ya no la sacaba de paseo como antaño, se me hacía muy pesada y algo aburrida. Pensé que con una compacta avanzada, más pequeña y manejable, podría recuperar la ilusión, por lo que me hice con una Lumix LX100 Mark II. Aunque la calidad de esta cámara es más que suficiente para mi, algunos detalles han hecho que nunca haya llegado a sentirme cómodo con ella. Demasiado pequeña para mis manos, zoom motorizado que aborrezco, problemas con la colocación del visor... en fin, que la he puesto a la venta y me he hecho con la Fujifilm anteriormente citada.
Escrito así doy la imagen de ser un tipo bastante random que no sabe lo que quiere, pero creedme, detrás de todo este bombardeo de camaritas solo está el deseo de volver a disfrutar de la fotografía como lo hacía antes y como lo sigo haciendo con el móvil (produciendo, claro está, imágenes de mayor calidad).
Nada más que añadir desde Valencia... ¡Nos vemos por el foro!
acabo de desembarcar en el mundo Fuji a través de una X-T30 que aún estoy esperando... Mi devenir cacharrero ha sido tortuoso y algo rocambolesco. Os dejo unas mínimas pinceladas:
Mi primera cámara digital fue una Olympus Camedia C-150, una compacta de 2MP con la que me lo pasé genial y que me robaron en Barcelona. Como curiosidad, cuando me la compré (200 euros en El Corte Inglés) mi ordenador no tenía puerto usb, por lo que cuando llenaba la tarjeta tenía que eliminar las fotos para seguir usando la cámara... un ejercicio bastante absurdo, lo sé.
Olympus me dejó un buen sabor de boca, por lo que en la siguiente cámara tiré por el mismo camino. Fue una Camedia C-760, una compacta avanzadilla con un zoom bastante potente para la época y al que saqué mucho rendimiento. Todavía la conservo.
Desde ahí di el salto al mundo réflex en forma de Pentax K-x. Nada que objetar a esta cámara sencilla, bien construida y con buen manejo de los isos altos (en su gama, por supuesto).
Con la llegada de móviles con mejores cámaras me di cuenta de que ya no la sacaba de paseo como antaño, se me hacía muy pesada y algo aburrida. Pensé que con una compacta avanzada, más pequeña y manejable, podría recuperar la ilusión, por lo que me hice con una Lumix LX100 Mark II. Aunque la calidad de esta cámara es más que suficiente para mi, algunos detalles han hecho que nunca haya llegado a sentirme cómodo con ella. Demasiado pequeña para mis manos, zoom motorizado que aborrezco, problemas con la colocación del visor... en fin, que la he puesto a la venta y me he hecho con la Fujifilm anteriormente citada.
Escrito así doy la imagen de ser un tipo bastante random que no sabe lo que quiere, pero creedme, detrás de todo este bombardeo de camaritas solo está el deseo de volver a disfrutar de la fotografía como lo hacía antes y como lo sigo haciendo con el móvil (produciendo, claro está, imágenes de mayor calidad).
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