Efectivamente, las fotos típicas de calle con anuncios, que hacemos a granel, ya cansan, básicamente porque todos hacemos lo mismo... Y me incluyo. Pero cuando el resultado es tan bueno como en este caso gracias a la luz, la silueta y la ubicación de esta, justo donde le salen unos improvisados pelacos, pues nada, hay que quitarse el sombrero