Las fotografías con una superficie que vela aquello que supuestamente es el centro de interés constituyen una imaginería que me apasiona. Esta foto no es menos. Hay una realidad detrás del cristal quebrado que se nos escapa, o somos excluidos, o nos distanciamos de alguna manera.
Muy buen concepto acompañado de una buena paleta de colores. Me gusta mucho, también, el brazo de la autora y la cámara que se perciben. Parece casi un punto de reivindicación: "aquí estoy yo".