El tema es potente, muy potente, e impone, de primeras, un silencio respetuoso.
Imagen con varias lecturas, fruto, en mi opinión, de los diferentes planos que se ofrecen: La imagen de la entrada al campo, las siluetas y el cristal que parece que cubre todo.
De la entrada al campo, poco se puede decir. Es una imagen que se ha convertido para siempre en símbolo del horror, de lo más innombrable, de la oscuridad humana que se vuelca sobre otros humanos. Su presencia domina la imagen y también la impresión que produce.
Las personas y el cristal nos distancian del símbolo del campo. Incluyen una dimensión temporal (se ve claramente que no son de la época, por supuesto), introducen la perspectiva del paso del tiempo. El cristal, por otro lado, además de reflejar también incluye otro elemento más entre nosotros y el campo, otra distancia más, representando, para mí, una incapacidad de acercarnos a ese horror.
Me saca un poco de la imagen el letrero de liberación y la silueta de arriba a la izquierda, así como los elementos que se ven en el tercio superior. Me rompen un poco el silencio que me impone el resto de la toma.
La verdad, no sé del todo si me gusta o no... Pero me ha hecho pensar mucho y eso ya es mérito suficiente.
Perdón por el tocho pero creo que la imagen pedía un comentario meditado.