Al final me he decidido. He comprado el APD.
Después de trastear con él puedo afirmar que esto es lo que buscaba y solo puedo decir que he acertado con la compra. Podrán correr rios de tinta a favor y en contra, yo ya tengo mi sentencia.
Mis impresiones :
El autofocus es lento pero no tan lento como pensaba. Después de haber leído tanto al respecto mis expectativas eran tan bajas que me ha dejado gratamente sorprendido.
Es lento y hace ruido como el 35 1.4 más o menos. No es rápido pero resuelve las mismas situaciones que el 35 1.4. Es decir que aunque pueda ser más lento que el 35 no afecta el resultado porque lo que no puedo hacer con uno no puedo hacerlo con el otro y en estos casos uso otro objetivo. Para mi no es un problema adicional. Esperaba mucho peor. Lo que sí le pasa es que de vez en cuando no es que sea lento, es que simplemente no enfoca. Busca, busca pero no encuentra nada (y no es por falta de luz). Por otra parte su distancia mínima de enfoque es muy alta, por lo menos más de medio metro. No consigo enfocar ni en manual ni en auto por debajo de esta distancia. Estos serían los únicos puntos negativos que le veo de momento.
La focal es perfecta para el uso que le doy, ahora me alegro de no haber considerado el 90. Se me habría quedado demasiado largo para la mayoría de situaciones.
La luminosidad también es perfecta: 1.7 (que al final no son más que números) me da la luz que necesito en la gran mayoría de los casos en los que pienso usarlo.
Nitidez: el mejor que tengo. Por encima del 23 1.4
Y para terminar el motivo por el que no tengo dudas de que es el objetivo que quiero y no otro, un punto en el que desde la primera foto se ha portado como un campeón y no he necesitado pruebas ni comparaciones, ni "unas cuantas fotos más para comprobar". Y es la suavidad de su desenfoque. Es simplemente asombroso. No tiene dientes de sierra, no hay "fronteras" entre texturas de fondo, todo está difuminado como cuando frotamos con algodón un dibujo coloreado y se funden los colores y trazos. Convierte la valla del jardín en un lienzo, las ramas de los árboles en un decorado onírico, incluso un partido de fútbol en la tele se transforma en una visión psicodélica.
Evidentemente hay que buscarlo: apertura, correcta distancia camara/sujeto enfocado/fondo. Pero una vez esto controlado la magia viene sola.
Y esto es lo que lo hace único. Este punto por si solo justifica la existencia de este objetivo.
Ya tengo un objetivo rápido, ya tengo un objetivo polivalente, ya tengo un objetivo ultraligero. Esto no es lo que estaba buscando, para eso ya estoy servido y no necesitaba gastar un duro más.
Quería un objetivo mágico para hacer retratos un nivel por encima de mi excelente 35 1.4 y acabo de encontrar la joya.
Todo esto que digo es subjetivo y seguro que existen opiniones contrarias igual de válidas pero ya las dejo para convencer a otros. Yo ya tengo clara la mía. No diré más.
Gracias a los que habéis contestado.