Pensé lo mismo, que le habían robado a mano armada.
Claro que si hubiera puesto "amarrado", igual hubiéramos creído que estaba atado a un árbol.
Esas luces a esas horas en los puertos, y esos tonos y reflejos, dan mucha vida a un fotógrafo. Pude disfrutarlos durante años y ahora, al verlos, me invade la nostalgia.