El mes pasado estuve en Samaná (República Dominicana) para preparar uno de mis reportajes para una revista de viajes. El encargo estaba enfocado a mostrar la belleza natural y paisajística de la península (uno de los rincones más salvajes del Caribe dominicano) que, aunque lleva años atrayendo turismo, posee todavía una personalidad muy diferente a la de otros rincones del país, como Punta Cana o Bávaro.
Un viaje de prensa suele suponer, a menudo, pasar horas y horas en coche, bus o furgoneta, pues hay que ver y fotografiar todo lo posible en el poco tiempo disponible, y este fue uno de esos casos. No es extraño que, en algunos destinos, durante los trayectos vayan apareciendo escenas visualmente atractivas que, de estar caminando, me habría detenido a fotografiar. Por desgracia, la mayor parte de las veces no es posible –por falta de tiempo, o porque se viaja con otros compañeros– detenerse para captar la escena deseada, que acaba esfumándose ante tus ojos. Así que desde hace ya tiempo, tengo la costumbre de coger buen sitio en el vehículo, ya sea en el asiento del copiloto o en alguna ventanilla, para intentar tomar alguna foto siempre que tenga la ocasión.
Estas que os presento están todas realizadas con la X100V, con un ISO generalmente elevado (dependiendo de la luz disponible) para conseguir velocidades de obturación elevadas que compensen el movimiento del vehículo y la vibración del mismo. Algunas de las imágenes están captadas con el vehículo parado (aprovechando algún semáforo o atasco), y otras durante la marcha. En algunas la edición del color resulta complicada, porque muchas tomas están hechas a través del cristal del vehículo (que además estaba tintado), así que no os sorprenda si algunos tonos resultan un poco extraños ;-) ¡Gracias por pasar!
Un viaje de prensa suele suponer, a menudo, pasar horas y horas en coche, bus o furgoneta, pues hay que ver y fotografiar todo lo posible en el poco tiempo disponible, y este fue uno de esos casos. No es extraño que, en algunos destinos, durante los trayectos vayan apareciendo escenas visualmente atractivas que, de estar caminando, me habría detenido a fotografiar. Por desgracia, la mayor parte de las veces no es posible –por falta de tiempo, o porque se viaja con otros compañeros– detenerse para captar la escena deseada, que acaba esfumándose ante tus ojos. Así que desde hace ya tiempo, tengo la costumbre de coger buen sitio en el vehículo, ya sea en el asiento del copiloto o en alguna ventanilla, para intentar tomar alguna foto siempre que tenga la ocasión.
Estas que os presento están todas realizadas con la X100V, con un ISO generalmente elevado (dependiendo de la luz disponible) para conseguir velocidades de obturación elevadas que compensen el movimiento del vehículo y la vibración del mismo. Algunas de las imágenes están captadas con el vehículo parado (aprovechando algún semáforo o atasco), y otras durante la marcha. En algunas la edición del color resulta complicada, porque muchas tomas están hechas a través del cristal del vehículo (que además estaba tintado), así que no os sorprenda si algunos tonos resultan un poco extraños ;-) ¡Gracias por pasar!