Después de una semana probando la Fuji X-1, el balance no puede ser más positivo. Esta pequeña joya me tiene enamorado. Ahora de nuevo salgo de viaje con la X-2 y dos pequeños objetivos, que espero no me defrauden. Es la primera vez que dejo la réflex y los zoos en un viaje y estoy algo nervioso, pero creo que he acertado. Voy a ir mucho más ligero, pasaré más desapercibido y creo que disfrutaré de la fotografía tanto o más que antes. Hasta la vuelta.