No sé si la gente es recelosa a que les fotografíes y si lo haces de cerca vuelven la cara o se tapan (aunque en la primera parte no lo parece, la verdad, porque te posan). Especialmente en mercadillos donde acuden personas de comunidades más aisladas del turismo.
Al menos eso es lo que yo conocí en pueblos y ciudades de zonas como Chiapas, en México.
Las imágenes son preciosas.
En el caso de esta serie no tuve el más mínimo problema. A las personas que les pedí que posaran lo hicieron sin poner ninguna pega. En el resto de escenas, en su mayoría, no fueron conscientes de la foto.
En el mes de junio, cuando recorrí otra parte del país, sí encontré zonas un poco más problemáticas. Por ejemplo en Puno, en el mercado Unión y Dignidad, donde los vendedores eran en su mayoría gente muy humilde de localidades andinas (quechuas y aymaras), eran muy reticentes a las fotos. Por suerte iba acompañado por un guía quechua que hablaba también aymara, y gracias a él conseguí algunos retratos sin molestar a la gente (por lo general toda bastante mayor).
En México normalmente no he tenido tampoco problemas. Por lo general (en cualquier destino), procuro dejarme ver durante un rato haciendo fotos a edificios, monumentos, etc., charlando un poco con la gente, preguntando cosas, etc. Cuando veo que entienden que muestro una actitud respetuosa, poco a poco voy haciendo alguna foto de personas, y finalmente les pido si quieren posar. No suelo tener problema.
Gracias por tu comentario!
