Pues otra más para paisaje... En esta ocasión nos movimos entre los menhires y la costa para acercarnos lo máximo posible a las rocas donde rompía el mar (y eso que había marea baja, la alta no es hasta las seis y media). La situación era bastante ridícula porque esperábamos detrás de los menhires, protegiéndonos de la lluvia y, sobre todo, de la muralla de humedad que formaban las olas al romper. Cuando oíamos que el mar rugía, salíamos de detrás de los menhires, corríamos hacia las rocas y disparábamos guiándonos por el ruído del mar. Una vez sacada (o no) la foto, volvíamos corriendo a protegernos detrás de los menhires. La aventura de ir a sacar fotos en un temporal con cámara y lente sin protección a las inclemencias del tiempo...
Espero que os guste.
Espero que os guste.