Recordando al fantástico Luis Baylón, he recuperado dos tomas desde el ombligo. Más que vocación de estilo, es instinto de supervivencia. Hacer foto callejera de extrarradio es una actividad de riesgo; cada día más. En mi barrio, como en muchos otros, algunos mitos de la street photography las habrían pasado canutas. A Bruce Guilden le habrían partido la cara a los 5 minutos. Saludos.