Después de múltiples cambios de cámara a lo largo de los dos últimos años he recalado, ¡por fin!, en mi añorada Fuji. Han sido dos años en los que han pasado por mis manos más de una docena de cámaras, entre mirrirless y compactas de gama alta. A decir verdad, mi marca favorita en digital, por su magnífica e inigualable relación calidad-precio había sido, hasta ahora, la Samsung. Pero le tengo fobia a las cámaras con "joroba" y me gustan mucho más las de diseño clásico de su línea NX1000, 1100, 300, 3000. Lamentablemente todas ellas carecen de visor. Y esa ha sido la razón de peso que me ha hecho fijarme en la serie X-E de Fuji, la más compacta de las series "planas" con visor. Así que, poco a poco, me he ido deshaciendo de mi equipo Samsung y comienzo mi andadura en Fuji con una X-E1 y una XQ1 de bolsillo.
Tengo, además, un equipo completo Lumix que también me hace gozar lo suyo por su versatilidad y, sobre todo, compacidad de sus objetivos. Y aquí está el quid de la cuestión: hay algo de Fuji que me "echa p'atrás", y es el considerable tamaño, peso y precio de sus ópticas. Resulta abominable que su 50-230 mm. pese más del doble que el 50-200 mm. de Samsung NX, con una luminosidad y una calidad muy similares. Así que he decidido utilizar mi nueva X-E1 al modo que lo haría con una X100 o una X30, por ejemplo: como cámara de óptica fija, con un 18 mm. calzado, un objetivo que me encanta y me permite jugar con el anillo de diafragmas, a la vez que la cámara me permite hacerlo con un dial expreso para las velocidades, en forma manual, cosa que siempre he echado de menos en lo digital en muchos otros modelos. Creo que no voy a notar mucha diferencia entre el uso y el rendimiento de esta X-E1 y la X100, por ejemplo. Pero a un precio notablemente inferior y con la versatilidad añadida del cambio de ópticas.
Pero insisto: No entiendo la razón de esa notable diferencia de tamaño, peso y precio entre las ópticas Fuji X y las Samsung (y no digamos respecto de las Lumix) cuando, en realidad, la calidad no es, ni mucho menos, tan diferente.
Confieso que si Samsung saca al mercado una de sus cámaras de la serie "plana" con visor (la NX300 o 500, por ejemplo), me pasaré de nuevo a su sistema, aunque ahora no tengo tan claro si será a cambio de Lumix o de Fuji. Eso lo dirá el tiempo y la práctica. Mientras tanto, recordaré los viejos tiempos analógicos con mis preciadas Fuji ST.
Tengo, además, un equipo completo Lumix que también me hace gozar lo suyo por su versatilidad y, sobre todo, compacidad de sus objetivos. Y aquí está el quid de la cuestión: hay algo de Fuji que me "echa p'atrás", y es el considerable tamaño, peso y precio de sus ópticas. Resulta abominable que su 50-230 mm. pese más del doble que el 50-200 mm. de Samsung NX, con una luminosidad y una calidad muy similares. Así que he decidido utilizar mi nueva X-E1 al modo que lo haría con una X100 o una X30, por ejemplo: como cámara de óptica fija, con un 18 mm. calzado, un objetivo que me encanta y me permite jugar con el anillo de diafragmas, a la vez que la cámara me permite hacerlo con un dial expreso para las velocidades, en forma manual, cosa que siempre he echado de menos en lo digital en muchos otros modelos. Creo que no voy a notar mucha diferencia entre el uso y el rendimiento de esta X-E1 y la X100, por ejemplo. Pero a un precio notablemente inferior y con la versatilidad añadida del cambio de ópticas.
Pero insisto: No entiendo la razón de esa notable diferencia de tamaño, peso y precio entre las ópticas Fuji X y las Samsung (y no digamos respecto de las Lumix) cuando, en realidad, la calidad no es, ni mucho menos, tan diferente.
Confieso que si Samsung saca al mercado una de sus cámaras de la serie "plana" con visor (la NX300 o 500, por ejemplo), me pasaré de nuevo a su sistema, aunque ahora no tengo tan claro si será a cambio de Lumix o de Fuji. Eso lo dirá el tiempo y la práctica. Mientras tanto, recordaré los viejos tiempos analógicos con mis preciadas Fuji ST.