¡Pedazo de foto!
Me encanta la poca profundidad de campo que tiene. El cura perfectamente enfocado y fuertemente contrastado, el incensario en primer plano, ya desenfocado pero con brillo y contraste y el fondo con un desenfoque cremoso que acentúa aun mas el efecto del humo. Y ademas con una preciosa gama de grises.
El encuadre muy cerrado y cortando al cura resulta perfecto, hace que la vista vaya del incensario al niño ¡al que el dedo apunta! Y su expresión de sorpresa, admiración y diversión, que se vislumbra tras el humo es sencillamente la guinda.
Enhorabuena