Una vez más esa pequeña magia que proporciona este tipo de foto de calle donde lo real se diluye con lo irreal, y con un poco de imaginación por parte del que lee la imagen, se construye algo totalmente nuevo de lo que sencillamente no existe; en este caso ese cruce de miradas y sonrisas de una persona con un elemento inerte que gracias a la magia de la fotografía, cobra vida, aunque sólo sea durante un instante jeje
Mi única pega, muy muy maniática, es que me gustaría que el chico estuviera dos o tres pasos atrás.
En color no mola? ^_^;