Gracias Nacho. La idea era difuminar la valla aprovechando la distancia focal y la apertura del diafragma, de tal forma que situando al martín en esa divisoria se generaran dos parte en la fotografía. La de su espalda debida a la vegetación con tonos azulados verdosos correspondientes a su coloración de ese tono en la espalda y la delantera con ese pecho naranja que se une de alguna manera con el fondo que tiene por delante y se correponde con la coloración de la propia valla de madera que hace una curva rodeando el riachuelo en el que suele pescar. El desenfoque y su cremosidad es trabajo del objetivo, con el que estoy muy contento. Es el 180-600 de Nikon