Historia de un proyecto 365, por Jordi Núñez

Autor: Jordi Núñez (@napilut).
Web: Galería de 500px.

Me gustaría compartir algo con vosotros. Hace un año que empecé un proyecto para mejorar mi fotografía o, al menos, intentarlo. Sobretodo uno de los objetivos era «hacerme» con mi Fuji; que la práctica haga que, aunque mis fotos no sean buenas, al menos utilice la cámara de forma rápida y sin dudar. Aprender a “ver” la foto antes de tirarla, a comprender mejor la luz, etc.

Decidí empezar una carrera de 365 días, 365 fotografías. En este caso 366, que el 2016 era bisiesto.

Para empezar, busqué por Internet gente que lo hacía y grupos, me uní a dos de ellos. Dos grupos de gente en Flickr que lo hacían este año y así, al menos, no lo haría solo.

Luego decidí ponerme unas “reglas”:

1. La foto tenía que ser «del día». No podía utilizar fotos de otros días. Así me obligaba a usar la cámara CADA día, llevarla conmigo siempre que fuera posible.

2. La foto tenía que estar tomada con mi cámara Fuji. No tenía sentido no utilizarla si uno de los objetivos era mejorar mi manejo de ésta. (Esta regla que me la he saltado tres o cuatro veces; haciendo fotos con la GoPro cuando un fin de semana me lo pasaba corriendo por las montañas).

3. Intentar subir, en la medida de lo posible, la foto cada día a mi álbum de Flickr.

Ha sido difícil llevar a cabo un proyecto así. Llevar cada día la cámara contigo, buscar un hueco para hacer fotos, encontrar “la foto”, etc. Días de mucho trabajo, o que estás totalmente desmotivado, cansado… con 366 días hay de todo. Muchos días llegaba a casa por la noche, cenaba y luego me acordaba que sí, había cargado la cámara todo el día, pero no había hecho ni una sola foto. Y eso ha pasado bastantes veces. A veces sí que llegaba a casa con tiempo y entonces intentaba probar cosas nuevas, como la fotografía macro.

A no ser que tengas un trabajo que te permita moverte mucho e ir a diferentes sitios, el día a día más o menos es siempre lo mismo. Te mueves por los mismos sitios y, como es normal, es difícil “ver” fotografías en lo cotidiano. Los recursos fáciles se acaban rápido y hay que buscarse nuevas formas de inspiración. He llegado a comprar “juguetitos” para hacerles fotos.

Uno de los primeros problemas con los que me encontré fue con la calidad de las fotos. Generalmente cuando compartimos fotos en redes sociales o las enseñamos a otras personas, solemos enseñar las fotos que consideramos «buenas». Pero había muchos días que literalmente «no había foto». Al menos una foto de la que yo quisiera compartir. A veces he tenido que subir fotos muy, muy malas (al menos bajo mi criterio, y no soy muy exigente conmigo… ¿o sí?). Al principio era muy difícil aceptarlo, pero te vas haciendo a la idea que hay días de todo, que no siempre hay tiempo ni inspiración para poder hacer fotos buenas. He llegado a hacer fotos hasta de mi nevera… ¡y colgarlas!

También hay días geniales, que te vas de viaje o a hacer alguna cosa y vuelves a casa con muchas buenas fotos y el problema lo tienes en escoger una para el proyecto. Cuando pasaba eso intentaba escoger una que definiera lo que había hecho ese día así, en un futuro, este proyecto también acabaría siendo, de alguna manera, una especie de diario de mi día a día.

No sé si he mejorado mi fotografía, aunque me gustaría pensar que sí. Sigo siendo muy crítico conmigo y me veo un verde. Pero sí que he mejorado respecto al objetivo de este proyecto: mejorar el manejo de la X-T1. Soy capaz reaccionar mucho más rápido ante diferentes situaciones y preparar o configurar los parámetros de la cámara de una manera mucho más intuitiva. Incluso el botón de Q, el de zoom o los de bloquear de exposición y foco: los acciono a la primera sin tener que levantar el ojo del visor y mirar dónde están (cosa que antes me pasaba).

Además la mayoría de fotos del proyecto las he hecho usando el Fujinon XF 35mm F1.4 R. Es la lente que siempre ha estado pegada a mi cámara. Me he hecho mucho a esa focal y estoy muy cómodo con ella. Se bien dónde me tengo que colocar con esa focal para poder sacar la foto con el encuadre que quiero. Al principio tendía a moverme mucho (hacia adelante o hacia atrás) para encuadrar con una focal fija. Ahora, con el 35, ya me pongo «dónde toca» sin tener que mirar por el visor; y eso me da unos segundos de ventaja que seguro que pueden ser la diferencia entre tener o no una fotografía.

He mejorado mucho en mi conocimiento de la luz, sacar partido de ella, cómo actuar antes diferentes casos, como se comporta el par X-T1 y el 35 en ciertas situaciones de luz, etc. Sé que límites tiene la X-T1 en cuanto rango dinámico y cómo me va a afectar a la foto la cantidad de ISO aplicada en una escena y cosas así.

Estoy muy contento con los resultados que este proyecto y con la experiencia que he vivido haciéndolo. Creo que más que lo que haya o no aprendido con esta aventura, lo que más me ha gustado ahora que ha terminado ha sido el «vivirlo», el día a día: obligarme a hacer fotos, a cargar la cámara, a resolver situaciones y enfrentarme a problemas.

Ahora toca hacer un álbum con las 366 fotos, a ver si me ayuda ver todas las fotografías de nuevo y ver «mi evolución» (si hay alguna). Luego ya tengo en mente un nuevo proyecto para este año. Esta vez me va a tocar mejorar una parte muy floja de mi fotografía: el revelado y procesado de mis fotografías… allí sí que estoy verde.

Para ver el resto de fotografías, visita el álbum «366 Project 2016«