Envidia, competitividad, egoísmo... llámalo X, es algo que está muy presente y creo que cada cosa tiene su razón de ser. Voy a dar mi opinión sobre los puntos que has mencionado para contribuir al debate.
En ocasiones no es tan sencillo como tildarlo de envidia. Por ejemplo, hablando del primer punto que comentas.
- ¿Escondes tus mejores trucos de fotografía a tus compañeros?: Si hablamos estrictamente de "esconder", entonces personalmente no, no siento que esconda ningún truco, es más, me encanta compartirlos en mi grupo de amigos fotógrafos. Sin embargo, sí que soy cuidadoso de qué información comparto en lugares públicos por una simple razón: hay gente que se gana la vida de esa forma, y hacer público lo que puedo haber aprendido de sus formaciones me parece pisarles el trabajo. Si alguien me pregunta por un tema concreto por privado, estoy encantado de ayudar, en "petit comité". Si se trata de información que se puede encontrar de forma gratuita (YouTube, blogs etc.) comparto la fuente directamente.
Hablando de la segunda pregunta que haces.
- ¿No revelas esa localización increíble que conoces ni aunque te interrogue el KGB?: Hay muchas razones por las que la gente no hace públicas las localizaciones. Una de las cuales, por las que yo mismo me atengo, es preservación de espacios naturales. Personalmente intento en la medida de lo posible no compartir en redes sociales la ubicación de ciertas fotografías, sobre todo los lugares menos conocidos y fotografiados, como he dicho antes, no por envidia, ni querer ser el único con una foto de ese lugar, pero por preservación. De hecho hay un movimiento iniciado hace años que anima al público general (no sólo fotógrafos) a dejar de geolocalizar sus fotos en redes sociales porque la afluencia de turistas se está haciendo insostenible y estos espacios no están teniendo el tiempo necesario para volver a repararse de forma natural. Y admitámoslo, no todo el mundo está concienciado con preservar la naturaleza, hay gente que ignora (por deconocimiento o de forma voluntaria) las normas básicas y que hacen mucho daño. Si no cuidamos de estos espacios naturales que tanto nos gustan, van a dejar de existir tal y como los conocemos, y entonces ya no habrá nada que visitar. Los turistas en esta era de redes sociales con como una plaga de langostas, llegan en masa, consumen el lugar, y cuando ya no queda nada que ver, porque lo han arruinado, pasan al siguiente sitio de moda. Yo soy uno de esos turistas, pero estoy intentando concienciarme para poder hacerlo más sostenible. En conclusión a este largo párrafo, he de decir que aunque no haga públicas algunas localizaciones, siempre que alguien me pregunta de forma privada, la comparto. Como dije antes, en "petit comité".
Próxima pregunta.
- ¿Maldices en voz baja cuando ves una foto buena de tu compañero y conjuras para que se le estropee la cámara?: No, pero me gusta rodearme de gente mejor que yo y forjar una rivalidad sana. Es una gran forma de mejorar. Desde que empecé a aficionarme por la fotografía he conocido muchas personas a las que tengo el placer de llamar amigos a día de hoy, y no puedo enfatizar suficientemente lo mucho que he mejorado como fotógrafo a través de estas relaciones. Relaciones que se basan en compartir conocimiento y en la crítica constructiva, y por qué no, un poco de rivalidad sana como he dicho.
Última pregunta.
- ¿Palabras como ética, compañerismo y filantropía no existen en tu diccionario?: Esta pregunta es más profunda de lo que parece. Ética... cuando compartes una ubicación ¿con quién estás siendo ético?, con la naturaleza o con tu compañero fotógrafo. Cuando compartes el truco que aprendiste en el curso (de pago) de tu fotógrafo favorito, ¿a quién estás demostrando compañerismo, a tu amigo o a la persona que se gana la vida con ello? Creo que es importante usar el sentido común y sentido de la responsabilidad en cada caso. No ser egoísta, eso es perjudicial, pero sí cuidadosos.
En resumen, hay fotógrafos que encajan en esa descripción que indicas, sin embargo, no hay que juzgar demasiado rápido ni tratar de simplificar sus motivos, tachándolos como envidia, en la gran mayoría de ocasiones (quiero pensar), hay un motivo detrás de esas decisiones. En otras... desgraciadamente sí que es puro egoísmo y envidia.