«A 35mm de Sri Lanka», por Rodrigo Roher. Viajando con una X-E2 + XF 35mm f/1.4 R.

• Autor: Rodrigo Roher.
• Web: Galería en Flickr.

Elegir destino. Hacer la lista de tareas pendientes: pasaportes, visados, vacunas, ropa, botiquín, seguros, vuelos, transporte, guía del país, blogs de ayuda, rutas a seguir… Todo hasta ahí, bien. Pero, llega el momento de la pregunta fatal; ¿qué equipo fotográfico me llevo?

Viajar es una de mis pasiones y siempre que puedo, intento compaginarlo con otra de ellas, la fotografía. A todos los aficionados a la fotografía, a la hora de hacer un viaje, nos suelen surgir las mismas dudas: ¿qué equipo me llevo?, ¿qué lentes elijo?, ¿en qué bolsa lo llevo? Desde que soy usuario de la serie X de Fujifilm, mi respuesta es sencilla: primo ante todo, un equipo ligero y discreto, sin tener que renunciar por ello a la calidad.

Tenía muchas ganas al Fujinon XF 35mm F1.4 R y decidí comprármelo para estrenarlo en este viaje. Lo calcé a mi Fujifilm XE-2 y ahí se mantuvo durante las dos semanas largas del mismo. Sabía que la decisión no estaba exenta de cierto atrevimiento, aunque una vez pasado, creo que no me equivoqué. He podido hacer paisajes, fotografía nocturna, interiores, retratos, urbana, social… ¡hasta fauna! y todo ello con una solo focal. Creo que he encontrado el objetivo perfecto para mis características.

El destino elegido para esta ocasión era Sri Lanka. Una preciosa ínsula que ya en el siglo XIII Marco Polo la definió como “la isla más bonita del mundo”. Exotismo, cultura, paisajes, fauna, playas, montañas, tés, amabilidad y gastronomía definen en parte lo que puede aportar esta pequeña gran isla de 65.000 kilómetros cuadrados.

En una área geográfica equivalente a dos veces Cataluña, se pueden encontrar vestigios de magníficas ciudades y civilizaciones como en Sigiriya y Polonnaruwa. Puedes encontrar, yo lo hice, la playa perfecta en Marakolliya-Tangalle. Eventos culturales, paisajes espectaculares, como en Nuwara Eliya o Ella. Fauna y flora en parques naturales solo comparables con las grandes reservas africanas. Y todo ello, aderezado por la calidez, amabilidad y sonrisa de sus habitantes.

Como podéis imaginar, todo muy atrayente desde el punto de vista fotográfico. Por otro lado, moverse por libre y en transporte público por Sri Lanka (algo altamente recomendable si se va al país) proporciona experiencias únicas y otorga momentos fotográficos irrepetibles. Por ello, siempre que pude, intenté aprovechar la ocasión y los largos trayectos. Las distancias en Sri Lanka se miden por tiempo y no tanto por kilómetros. Un trayecto de 70km en tren, te pueden llevar sin ningún problema, cuatro horas largas.

No ha sido un viaje muy prolífico, fotográficamente hablando. La razón fundamental es que a veces nos volvemos tan “locos” intentando buscar “esa” fotografía especial, que no disfrutamos del momento que estamos viviendo. Otra de las razones de peso, han sido las condiciones climatológicas: lluvias, humedad, calor extremo. Esto, me ha hecho valorar para un futuro, la opción de hacerme con una cámara sellada como la Fuji XT-1.

Ilustrando estas líneas podéis ver alguna de las fotografías que hice durante el viaje. He intentado hacer una selección de las más representativas y diferentes para poder apreciar la versatilidad que ofrece el Fujinon XF35mm. Espero que mi experiencia ayude a todos aquellos que como yo, tenemos dudas a la hora de elegir nuestro equipo fotográfico para viajes. Y para terminar, no puedo menos de animaros a visitar Sri Lanka. A buen seguro que os sorprenderá.