La antigua mina de Rodalquilar, en Almería, es un espacio que destila melancolía por todas partes. El propio proyecto ya era melancólico; una mina de oro más bien anémica. Hoy, sus ruinas, en el paisaje duro del interior de Cabo de Gata, son de una tristeza casi redundante... y muy fotogénica. Creo que a las fotos les convenía el blanco y negro. Les da un toque poético que, creo, no tienen en el ocre sucio original. Todas están hechas con una lente equivalente a un 35mm. Gracias por mirar