Durante unas vacaciones en la Aquitania en 2014, mi querida Nikon D90 dejó de funcionar. Al volver, descubrí que el arreglo me salía casi como comprar una de segunda mano. Aprovechando la coyuntura y buscando también algo más comedido en tamaño, acabé comprando una x100s en 2015. Ha sido mi única cámara digital durante estos 10 años y en ese tiempo me ha acompañado en todo tipo de circunstancias: desde los viajes de vacaciones hasta el paritorio donde nació mi hijo.
El IBIS ni está ni se le espera; la pantalla está tozudamente pegada al cuerpo y lo táctil no va con ella; si le llueve encima se escacharra para siempre; apenas tiene simulaciones de película; maneja unos humildes 16MPX; enfoca a la misma velocidad que un perezoso cruza una carretera; y, además de todo lo anterior, es capaz de sacar unas imágenes fantásticas. Decía Orson Welles que "el enemigo del arte es la ausencia de limitaciones". En mi caso, todas estas limitaciones de la cámara me han ayudado a crecer como fotógrafo.
Con ella he disfrutado además de una paz mental cercana al nirvana. Al irme de viaje, lo último en lo que pensaba era qué objetivos o qué cámaras llevarme: solo tenía una opción. He viajado y he disfrutado mucho pensando menos en qué fotos podría "perder" si no llevaba X objetivos y más en qué fotos podía hacer con lo que tenía. Además, he esquivado sobradamente el GAS. Ahora que he comprado una X-T2, ya empiezo a oír la vocecilla de "te falta este objetivo", que no echaba de menos.
Como homenaje a la cámara he elegido diez fotos de entre mis favoritas (aunque si elijo otro día lo mismo salen otras diez). Espero que os gusten.
Isla de Skye, Escocia (2015)
Kyoto, Japón (2015)
Munich, Alemania (2016)
Tokyo, Japón (2019)
El Hierro, España (2021)
Playa de las catedrales, España (2021)
Amalfi, Italia (2022)
Londres, Inglaterra (2022)
Schiltach, Alemania (2023)
Gijón, España (2024)
El IBIS ni está ni se le espera; la pantalla está tozudamente pegada al cuerpo y lo táctil no va con ella; si le llueve encima se escacharra para siempre; apenas tiene simulaciones de película; maneja unos humildes 16MPX; enfoca a la misma velocidad que un perezoso cruza una carretera; y, además de todo lo anterior, es capaz de sacar unas imágenes fantásticas. Decía Orson Welles que "el enemigo del arte es la ausencia de limitaciones". En mi caso, todas estas limitaciones de la cámara me han ayudado a crecer como fotógrafo.
Con ella he disfrutado además de una paz mental cercana al nirvana. Al irme de viaje, lo último en lo que pensaba era qué objetivos o qué cámaras llevarme: solo tenía una opción. He viajado y he disfrutado mucho pensando menos en qué fotos podría "perder" si no llevaba X objetivos y más en qué fotos podía hacer con lo que tenía. Además, he esquivado sobradamente el GAS. Ahora que he comprado una X-T2, ya empiezo a oír la vocecilla de "te falta este objetivo", que no echaba de menos.
Como homenaje a la cámara he elegido diez fotos de entre mis favoritas (aunque si elijo otro día lo mismo salen otras diez). Espero que os gusten.
Isla de Skye, Escocia (2015)
Kyoto, Japón (2015)
Munich, Alemania (2016)
Tokyo, Japón (2019)
El Hierro, España (2021)
Playa de las catedrales, España (2021)
Amalfi, Italia (2022)
Londres, Inglaterra (2022)
Schiltach, Alemania (2023)
Gijón, España (2024)