Saludos
Raúl
Raúl
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Yo estoy enamorado de todo el occidente, cada lugar tiene su encanto particular. Y en todos se come fatalsi señor, por aquí ando dando rienda suelta a la fotografía como un enfermo jaja
Yo estoy enamorado de todo el occidente, cada lugar tiene su encanto particular. Y en todos se come fatal.
En Navia me encantó ver cómo vive la gente sus fiestas colectivamente. En una de finales de julio, hubo momentos de mirar a una callecita y trasladarte a plena Edad Media.
Por no hablar de algunas playas, que no las hay más naturales y bonitas.
Debo a otro asturianín de adopción, @jotae , el descubrimiento de muchos de esos lugares únicos.
Bueno, en el centro de Madrid te pueden hacer eso mismo los gorriones (que son menos aparatosos, eso sí). A mi en la plaza donde esta la entrada del museo Reina Sofía, sentado en la terraza de uno de los bares, se me ponían en el borde del vaso sin preguntar.No sé en Luarca, pero en Gijón las gaviotas han perdido el poco miedo que tenían y se han vuelto muy osadas... y son como ninjas, aparecen de la nada y te llevan la comida sin que te tiempo a pestañear. Hace dos o tres veranos ya, comiendo en una terraza al borde del mar con mi hija, una gaviota pasó volando y le llevó el pollo que tenía en el plato... Fue visto y ni visto... A mucha gente en la playa le quitan la comida que tienen en la mano. Y son un problema en las terrazas cuando te ponen pincho con la consumición. No veas la cantidad de tazas, vasos, etc. que rompen al robar los retos de comida que deja la gente en la mesa cuando se va.
Por cierto, muy bonita la foto.
Ja ja ja, muy buenoBueno, en el centro de Madrid te pueden hacer eso mismo los gorriones (que son menos aparatosos, eso sí). A mi en la plaza donde esta la entrada del museo Reina Sofía, sentado en la terraza de uno de los bares, se me ponían en el borde del vaso sin preguntar.
Y me ha pasado en otros países, y no sólo con pájaros. En Seychelles, por ejemplo, estás desayunando en la terraza del hotel y tienes dos visitantes fijas: una especie de palomas muy pequeñas, con un borde azul en los ojos (parece que se los pintaran) que se te suben al plato, y unas garzas de tamaño genesoso, que se te colocan al lado y te exigen con un sonido repetitivo que les des algo (la piel del bacon les encanta).
Y en Malabo o en Bata (Guinea Ecuatorial), los que te piden descaradamente son unos lagartos descarados (y muy fotogénicos, es lo único bueno).
Por no hablar de los monos de Gibraltar, que esos no lo piden, te lo quitan directamente.
Será el impuesto al turismo![]()
Jajaja muy bueno. Aquí los gorriones son más educados por lo que veoBueno, en el centro de Madrid te pueden hacer eso mismo los gorriones (que son menos aparatosos, eso sí). A mi en la plaza donde esta la entrada del museo Reina Sofía, sentado en la terraza de uno de los bares, se me ponían en el borde del vaso sin preguntar.
Y me ha pasado en otros países, y no sólo con pájaros. En Seychelles, por ejemplo, estás desayunando en la terraza del hotel y tienes dos visitantes fijas: una especie de palomas muy pequeñas, con un borde azul en los ojos (parece que se los pintaran) que se te suben al plato, y unas garzas de tamaño genesoso, que se te colocan al lado y te exigen con un sonido repetitivo que les des algo (la piel del bacon les encanta).
Y en Malabo o en Bata (Guinea Ecuatorial), los que te piden descaradamente son unos lagartos descarados (y muy fotogénicos, es lo único bueno).
Por no hablar de los monos de Gibraltar, que esos no lo piden, te lo quitan directamente.
Será el impuesto al turismo![]()