Pues sí, abriste la caja... y dentro hay dinamita jajajajaja.
¿El fin de la fotografía? Quizás no el “fin”, pero sí el principio de otra cosa muy distinta. Porque seamos claros: cuando una imagen generada por IA puede emocionar o impactar igual (o más) que una foto hecha con cámara, entonces ya no hablamos solo de técnica, sino de percepción. Y ahí es donde empieza el terremoto.
¿Dónde queda el mérito del fotógrafo que espera la luz perfecta, que se juega el tipo en la calle o se curra una sesión durante horas, cuando alguien puede escribir cuatro líneas y sacar una “foto” impecable sin tocar una cámara? ¿Estamos valorando el proceso o solo el resultado?
Y ojo, no es que esté en contra de la IA, al contrario, me parece una herramienta brutal, pero si empezamos a meterla en el mismo saco sin distinguir, lo que se desvanece es el sentido mismo de la fotografía como documento, como experiencia, como oficio.
Saludos!