Debe de ser por sus ojos. Porque no nos miran. Y si no fuera por esto, no acabo de comprender por qué no hay largas y entusiastas apologías de esta imagen. Aparte de los aspectos técnicos, en general muy bien resueltos, la erótica que respira (la atracción) es suave, elegante, empática. Es una delicada melodía ya conocida, pero que al flotar junto a ti en el aire ahora, penetra por el oído y conquista tu mente con dulzura.
El fondo rojo y negro..., me encanta.