La primera vez que visitamos Mallorca mi pareja y yo.
Madrugón. Cogíamos el vuelo a las 7 de la mañana y a las 6 ya estábamos pasando el control de seguridad. Vuelo sin incidencias.
Primera sorpresa: el Aeropuerto de Son Sant Joan es enooorme y hay muchísima gente (son las 8:30 de la mañana) con razón es uno de los aeropuertos más importantes de España.
Recogimos el coche de alquiler y ponemos rumbo a Palma, donde habíamos contratado un "Free Tour" por el centro de Palma de Mallorca. Metimos el coche en un aparcamiento y quedamos junto a la estatua de Jaime I, punto de encuentro de múltiples turistas y visitantes.
Nuestra guía es Loli, y nos va guiando por las distintas calles y contándonos cosas. Es muy agradable y amena, tiene un buen vozarrón y se hace oír (me imagino que lo notará al final del día). En la parada del Ayuntamiento nos enseña las características de muchas casa mallorquinas: dos o tres pisos y un alero. El del Ayuntamiento mide 4 metros, más o menos un par de jugadores de la NBA uno encima de otro. También el banco de los "vagos", el Drac.
Me quedo con una frase: "poc a poc", aquí las cosas se hacen pero toman su tiempo...
Se preocupa de que no nos atropellen los coches o los segways ya que somos un grupo grande, hay mucha gente y solo estamos a mediados de Abril.
Entramos en la parte antigua y se respira mayor calma. Nos vamos deslizando por las distintas calles y acabamos en la majestuosa Catedral. Hoy no la visitaremos sino otro día.
Acabado el tour (gracias Loli) volvemos a por el coche y ponemos rumbo a Andratx donde tenemos el primer hotel.
A una media hora de Palma nos adentramos un poco en la campiña mallorquina. Encontramos el hotel sin problema y buscamos algún sitio para comer. Encontramos La Illeta en Camp a Mar (espero escribir los nombres bien) y por una chula pasarela llegamos a una isla en medio de una cala con un precioso color turquesa.
Mucha gente, está a tope. Preguntamos y nos hacen hueco en unos minutos (afortunadamente somos solo dos) y disfrutamos de una reconfortante cerveza, una buena comida y unas maravillosas vistas. No es barato pero el sitio lo vale y se paga. El personal es súper amable y atento.
Hay dos grupos de despedidas de Soltera en el restaurante y la verdad nos sorprende.
Por la tarde volvemos a la habitación a descansar del madrugón y por la tarde noche hicimos alguna compra y nos acercamos hasta el puerto de Andratx y dimos un paseíto breve por los alrededores.
Nuestras primeras impresiones son buenas. A ver qué tal el resto del viaje.
Poc a poc.
Madrugón. Cogíamos el vuelo a las 7 de la mañana y a las 6 ya estábamos pasando el control de seguridad. Vuelo sin incidencias.
Primera sorpresa: el Aeropuerto de Son Sant Joan es enooorme y hay muchísima gente (son las 8:30 de la mañana) con razón es uno de los aeropuertos más importantes de España.
Recogimos el coche de alquiler y ponemos rumbo a Palma, donde habíamos contratado un "Free Tour" por el centro de Palma de Mallorca. Metimos el coche en un aparcamiento y quedamos junto a la estatua de Jaime I, punto de encuentro de múltiples turistas y visitantes.
Nuestra guía es Loli, y nos va guiando por las distintas calles y contándonos cosas. Es muy agradable y amena, tiene un buen vozarrón y se hace oír (me imagino que lo notará al final del día). En la parada del Ayuntamiento nos enseña las características de muchas casa mallorquinas: dos o tres pisos y un alero. El del Ayuntamiento mide 4 metros, más o menos un par de jugadores de la NBA uno encima de otro. También el banco de los "vagos", el Drac.
Me quedo con una frase: "poc a poc", aquí las cosas se hacen pero toman su tiempo...
Se preocupa de que no nos atropellen los coches o los segways ya que somos un grupo grande, hay mucha gente y solo estamos a mediados de Abril.
Entramos en la parte antigua y se respira mayor calma. Nos vamos deslizando por las distintas calles y acabamos en la majestuosa Catedral. Hoy no la visitaremos sino otro día.
Acabado el tour (gracias Loli) volvemos a por el coche y ponemos rumbo a Andratx donde tenemos el primer hotel.
A una media hora de Palma nos adentramos un poco en la campiña mallorquina. Encontramos el hotel sin problema y buscamos algún sitio para comer. Encontramos La Illeta en Camp a Mar (espero escribir los nombres bien) y por una chula pasarela llegamos a una isla en medio de una cala con un precioso color turquesa.
Mucha gente, está a tope. Preguntamos y nos hacen hueco en unos minutos (afortunadamente somos solo dos) y disfrutamos de una reconfortante cerveza, una buena comida y unas maravillosas vistas. No es barato pero el sitio lo vale y se paga. El personal es súper amable y atento.
Hay dos grupos de despedidas de Soltera en el restaurante y la verdad nos sorprende.
Por la tarde volvemos a la habitación a descansar del madrugón y por la tarde noche hicimos alguna compra y nos acercamos hasta el puerto de Andratx y dimos un paseíto breve por los alrededores.
Nuestras primeras impresiones son buenas. A ver qué tal el resto del viaje.
Poc a poc.







