Dos templos Zen en Kamakura

La ciudad de Kamakura fue durante casi 200 años fue la capital de Japón y es conocida por la gran cantidad de Templos repartidos por toda la ciudad. Se encuentra situada a unos 50 Km al suroeste de Tokio, así que cogimos el tren para llegar a Kamakura.




Al bajar del tren, lo primero que te encuentras es un mapa con la situación de los 25 templos más importantes de Kamakura. Pero como solo íbamos a pasar un día allí, decidimos hacer visitas de calidad en vez de ir a la cantidad y nos centramos en los dos templos zen más importantes de la ciudad: el templo Engaku-Ji y el templo Kencho-Ji

A pocos metros de la estación de Kita Kamakura se encuentra el templo Engaku-Ji, fundado en el año 1282. En el momento que subes la escalinata de entrada, te sumerges en un mundo completamente distinto. De repente el tiempo empieza a pasar a distinta velocidad, todo es tranquilidad y silencio, desde luego un ambiente que incita a la meditación.












Os aseguro que te puedes quedar sentado mirando a ese jardín zen y perder absolutamente la noción del tiempo.


Tras subir unas empinadas escaleras llegamos a la mayor campana de Kamakura, de más de 2,5 metros de altura. Data de 1301 y es Tesoro Nacional de Japón.


Después de casi 3 horas de visita (hay mucho que ver y que fotografiar) salimos de nuevo al "mundo real" y pusimos rumbo hacia el segundo templo del día. En el camino siempre te encuentras con algo que te llama la atención. Y aunque en Japón es habitual que se utilicen los vestidos tradicionales, a los occidentales todavía nos choca un poco (aunque después de unos días de inmersión cultural llegas a verlo como lo más normal del mundo)


Después de caminar una media hora (con parada para reponer líquidos), llegamos al templo más antiguo de Kamakura, fundado en el 1253: el templo Kencho-Ji. Al cruzar la imponente puerta principal, volvimos a tener esa sensación de calma y tranquilidad, a lo que ayudaba el hecho de que el templo estuviese prácticamente vacío.










Esta imagen nos llamó mucho la atención. Un monje escuálido, un penitente en los huesos que nos habla de la necesidad del abandono de las pasiones mundanas, e incluso de las necesidades básicas (como en el caso del ayuno) para alcanzar el camino de la iluminación. Realmente impresiona verlo de cerca.




Si el jardín del primer templo nos gustó, este acabó de maravillarnos. Las ventanas que veis a la derecha de la imagen dan a una sala que está habilitada para que los visitantes se mezclen con los monjes y puedan disponer de un espacio para meditar durante el tiempo que necesiten. Simplemente sentarte en una de las colchonetas, o en el tatami directamente, y disfrutar de la paz que se respira allí es una experiencia difícil del olvidar.
(Sigue en el siguiente mensaje.......)
 
Me parece de los post más completos e interesantes que he visto por aquí. Pedazo de trabajo que imagino ya nace antes de disparar.
Lo digo por lo de conseguir la imagen de los templos en los que no haya visitantes, siendo Tokio.
Excelente el texto y las imágenes. Tal y como dijo un compañero digno del Blog. Genial y gracias por el trabajo.
 
Buenas noches, Salvo algunos cielos, me gusta mucho el revelado que le das al color. Un perfecto y claro recorrido visual por las zonas visitadas. Envidia sana la mía.
 
FotoPrecios mínimos del día.
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