Cada día me siento más "despegado" del foro y de los cacharros, por muy diferentes motivos personales. Desde mi retiro vacacional astur, con la perspectiva inmediata de ser, junto con mi mujercita, dueños de nuestro tiempo (¡por fin!), la fotografía ha pasado a un segundo término y las cuitas foreras sobre cacharros han dejado de interesarme. Por otra parte, la incertidumbre respecto de mi salud hace que valore de otro modo la afición. Y, en ese impás sobrevenido, me planteo muy seriamente limitar, aún más, el equipo buscando el minimalismo para dar mayor importancia a lo que realmente la tiene: ¡vivir! Y en esa perpectiva de plazo incierto no caben temores ni preocupaciones ajenas a la experiencia compartida, sin interferencias.
Todo esto viene a cuento de mi menor participación en el foro. Llevo ya diez años jubilado y ahora le toca el turno a mi mujer. Y justamente ahora aparece en nuestras vidas un cierto temor derivado de problemillas cardiológicos cuya importancia hemos de evaluar adecuadamente ya que el diagnóstico no se corresponde con la experiencia vivida en los últimos veinte años. Soy reacio a dar importancia a una primera evaluación que se me antoja precipitada e inconsecuente respecto de presuntos síntomas que no me afectan. Así que he decidido seguir mi vida sin demasiadas preocupaciones al respecto, procurando vivir día a día, el "Carpe Diem" a tope. En consecuencia, pasadas las vacaciones abriré el "gallinero" para que salgan algunas gallinas (recordando a José Mota en su "filosofía" tan particular) en favor de un retorno al minimalismo perdido con el cacharreo. Estoy gozando muy gratamente del uso y disfrute de mis Fuji X100F y Ricoh GRIII en mi devenir cotidiano y, probablemente, sean las únicas cámaras testigo de nuestra vida cotidiana en adelante, sin más ínfulas que retener los momentos que merecen la pena con la máxima sensibilidad posible que los hace irrepetibles. Y, como diría mi socio y amigo, el "disfrutón" @JotaEseGé: "Para todo lo demás... ¡Mastercard!"
Todo esto viene a cuento de mi menor participación en el foro. Llevo ya diez años jubilado y ahora le toca el turno a mi mujer. Y justamente ahora aparece en nuestras vidas un cierto temor derivado de problemillas cardiológicos cuya importancia hemos de evaluar adecuadamente ya que el diagnóstico no se corresponde con la experiencia vivida en los últimos veinte años. Soy reacio a dar importancia a una primera evaluación que se me antoja precipitada e inconsecuente respecto de presuntos síntomas que no me afectan. Así que he decidido seguir mi vida sin demasiadas preocupaciones al respecto, procurando vivir día a día, el "Carpe Diem" a tope. En consecuencia, pasadas las vacaciones abriré el "gallinero" para que salgan algunas gallinas (recordando a José Mota en su "filosofía" tan particular) en favor de un retorno al minimalismo perdido con el cacharreo. Estoy gozando muy gratamente del uso y disfrute de mis Fuji X100F y Ricoh GRIII en mi devenir cotidiano y, probablemente, sean las únicas cámaras testigo de nuestra vida cotidiana en adelante, sin más ínfulas que retener los momentos que merecen la pena con la máxima sensibilidad posible que los hace irrepetibles. Y, como diría mi socio y amigo, el "disfrutón" @JotaEseGé: "Para todo lo demás... ¡Mastercard!"