Bueno, pero es que a las personas se nos educa en el colegio y en casa (y por supuesto, por extensión, en la calle, en el monte, en la playa...) desde niños, al mismo tiempo que aprendemos a comer, a caminar, a vestirnos y a tirar de la cadena o recoger la mesa. No se puede educar a nadie a los 20-30-40-50 años. Eso ya sería reeducación tardía y normalmente sólo funciona a base de correctivo, económico y/o penal.
A mi de niño cuando encontrábamos una seta bonita caminando por el monte, mis padres me le señalaban, me decían que no la tocase porque podría ser tóxica, pero que no la rompiera, porque "hay gente que las conoce y porque no se va por ahí destrozando la Naturaleza". Hoy, 45-50 años después, hago fotos... a las setas.

Y allí se siguen quedando cuando me voy.
Y lo mismo que me enseñaron, enseñé yo.
Y con los residuos, lo mismo. ¿No estaban? No se quedan.
Y luego están los pateadores de setas, los pisahormigas (o cualquier bicho viviente), los lanzadores de latas y rompedores compulsivos de botellas de "birra", porque "mola, colega".
3000 euros menos en la cuenta y 3 meses recogiendo latas y cristalitos y verás que rápido se reeducan.
Y seguramente, en muchos casos, hasta sus padres y maestros lo intentaron.
Pero...
No hay más ciego que quien no quiere ver ni peor aprendiz que quien no desea aprender nada.