Hace algunos años decidí dedicarme a esa maravillosa disciplina llamada Foto de Calle... me hice con algunas buenas ópticas para ello y alguna compacta al uso. Pero había algo que no me gustó: a muchos transeúntes no les parecía bien que se les retratara así, sin más. Consciente en todo momento de que no estaba cometiendo ninguna ilegalidad ni violando ningún reglamento -por aquél entonces- decidí abandonar... ¿el motivo? entendí perfectamente que, aún pudiendo, no debía molestar a nadie haciéndole fotos sin su consentimiento o agrado. Entonces empezaron a salir normas y otras legalidades protegiendo al principio a niños, luego a adultos, etc... Ya entonces, como digo, abandoné.
Curiosamente a mí nunca me ha gustado que me retraten, ni en la calle ni en ningún sitio. Sé que puede ser una contradicción pero me veo detrás que no delante de la cámara.
Llevo mucho en la disciplina de paisaje, arquitectura y macro, principalmente. Sé que me pierdo un mundo con la Foto de Calle pero hay que aceptar al otro, y hay mucho otros que no desean ser congelados por el tiempo por un extraño.
Está claro que los robados de hace décadas y la gente no es como hoy, los tiempos cambian. Tengo un libro del francés Doisneu, grande y con bellisimas fotos de la Francia de la posguerra... qué maravilla de libro Dios!... y observo a las gentes retratadas, su naturalidad, sus gestos y su generosidad con el fotógrafo... Eso ahora ya no existe. Admitámoslo, la foto calle si no ha muerto... casi.
Saludos
Curiosamente a mí nunca me ha gustado que me retraten, ni en la calle ni en ningún sitio. Sé que puede ser una contradicción pero me veo detrás que no delante de la cámara.
Llevo mucho en la disciplina de paisaje, arquitectura y macro, principalmente. Sé que me pierdo un mundo con la Foto de Calle pero hay que aceptar al otro, y hay mucho otros que no desean ser congelados por el tiempo por un extraño.
Está claro que los robados de hace décadas y la gente no es como hoy, los tiempos cambian. Tengo un libro del francés Doisneu, grande y con bellisimas fotos de la Francia de la posguerra... qué maravilla de libro Dios!... y observo a las gentes retratadas, su naturalidad, sus gestos y su generosidad con el fotógrafo... Eso ahora ya no existe. Admitámoslo, la foto calle si no ha muerto... casi.
Saludos