Todos mis retratos están hechos en la calle, completamente espontáneos, sin preparación; un auténtico "aquí te pillo, aquí te mato", sin opción alguna para "colocar" al sujeto fotografiado. Cuando hacemos retrato de estudio, de belleza, tenemos todo el tiempo del mundo para situar al modelo donde y como queremos. Por eso mismo, los detalles son más criticables.
Me desagradan algunos detalles de esta foto: la oreja saliendo entre el pelo, el hombro izquierdo demasiado disparado hacia arriba, la amputación de la mano derecha y el respaldo de la silla que asoma por detrás. Además, tampoco ayuda demasiado ese bokeh, excesivamente rabioso para mi gusto.