Primeras impresiones sobre la Fujifilm X-H1 en el blog de Fujistas

En el foro de Fujistas hay bastantes ejemplos de viajes de ida y vuelta al universo de la Serie X. Muchos fotógrafos hartos del peso mastodóntico de sus equipos que buscan aligerar su mochila de trabajo pasándose a un sistema sin espejo. Sin embargo, pasado un tiempo, descubren que lo suyo no son las ópticas de focal fija y que para andar siempre con zooms de gran luminosidad, lo más equilibrado es tener un cuerpo de gran volumen. Y vuelven a los sistemas réflex de siempre.

Buena parte de los que deciden quedarse sufren de esquizofrenia sistémica: “quiero la reducción de volumen de las sin espejo pero a la vez quiero cuerpos más grandes”. Aunque lo más sencillo pueda parecer volver por donde han venido, lo cierto es que el visor electrónico engancha, que los elementos de control físico de las Fujifilm son una auténtica gozada y que, entre algo demasiado pequeño o demasiado grande, parece que lo más ligero gana. Aunque sea por prescripción médica…

Esta semana he tenido la ocasión de probar la Fuji X-H1 en la presentación oficial en Madrid, con la emoción más contenida que en otras puestas de largo de buques insignia de la Serie X. De entrada, he de decir que la Fujifilm X-H1 no es para mí. Yo soy de los que aplauden cualquier reducción de peso y de volumen de mi equipo fotográfico. Mi preferencia son las ópticas de focal fija y he sobrevivido con un ligero XF 55-200mm para algún encargo en los que he necesitado de distancias focales largas. No tengo actualmente un «uso profesional de mi equipo».

Grande, pero no demasiado pesada

No obstante, al empuñar la X-H1 con un XF 16-55mm F2.8 he podido entender esa contradictoria demanda de muchos fujistas: la cámara es muy grande para los estándares de la Serie X pero va de lujo como compañera de baile de una óptica como la XF 50-140mm F2.8. Los controles (botones, diales) han aumentado proporcionalmente, y ahora me parecen a prueba de la mayor torpeza de unas manos grandes. Aun así, la sensación de robustez que transmite el cuerpo no es directamente proporcional a su peso y no experimenté en su uso el «efecto ladrillo» habitual al manejar una réflex de dimensiones similares. La X-H1 podría considerarse ligera (673 gr.) comparada con una Canon 7D Mark II (910 gr.) o una Nikon D500 (860 gramos). El agarre es una pasada, similar a una X-T2 con el grip VPB-XT2, y el desplazamiento del botón Q a la parte superior de la protuberancia del descanso del pulgar, me parece una gran ventaja si este control se encuentra dentro de nuestros hábitos de disparo.

He aquí una serie de impresiones desordenadas sobre la cámara durante estos 10 minutos de cacharreo:

El mejor visor electrónico

Fujifilm riza el rizo y se saca de la manga un visor electrónico con el doble de resolución que el ya sobresaliente visor de la X-T2. Y se nota el avance… Su brillo máximo ha subido notablemente, hasta un punto de resultarme molesto en un ambiente oscuros. Me parece que mejorará mucho la visualización a través del visor electrónico en exteriores.

Por otro lado, el marco del visor sobresale bastante del cuerpo, a una distancia en la que mi nariz no choca con la pantalla al enfocar… Gracias a ello, es la primera vez que utilizo una cámara «a la réflex» de la Serie X y no echo de menos el visor situado a la izquierda de la serie X-E y X-Pro.

De todas las mejoras quizá lo que más me ha sorprendido es el tiempo de reacción del sensor ocular. El tiempo de cambio de la pantalla LCD al EVF es casi instantáneo. Y creo que por fin usable en situaciones de acción rápida, en las que habitualmente configuro la cámara en «SOLO EVF».

Autoenfoque

En el papel ha mejorado, pero no me invadió ninguna sensación de «WOW» utilizando el AF simple y el Fujinon XF 35mm F1.4 R en el escenario de luz escasa en el que estaba. Hay que decir que tampoco tuve  mucha queja del autoenfoque en las fotos que tomé con mi X-T20… Habrá que esperar a una prueba más extensa en otro tipo de situaciones para valorarlo en su justa medida.

Estabilizador

Fui a Madrid con el Fujinon XF 35mm F1.4R para probar esos 5,5 pasos de estabilización prometidas. Y el resultado del IBIS es realmente sorprendente: a 1/4 las fotos son impecables. A 1/2 las fotos son usables y, con una pizca de concentración, pulso y paciencia, es probable lograr fotos libres de trepidación. Lo de las fotos a 1/1 -que comenta algún tester de la X-H1- todavía me parece cosa de ciencia ficción, aunque mi pulso no es precisamente de tirador olímpico…

Pantalla táctil

Incorpora la pantalla articulada de la XT2 y todas las funcionalidades táctiles de la X-E3. La combinación de botones de función táctiles y físicos la convierten en la cámara más configurable en el mercado. Me puse a personalizar los controles y me di cuenta que hasta me sobraban botones…

Lo que no me ha gustado de la X-H1

En cuanto a las críticas, comenzaré con un comentario frívolo: la cámara no es la más bonita de la Serie X, ni su diseño es el más original. La combinación de líneas y formas de la X-T2 y la GXF 50S la convierten en un equipo serio y funcional, pero desprovisto del «alma» de otras compañeras de la Serie X.

Una de las decisiones de diseño más difíciles de entender es la adición de la pantalla auxiliar, que supone la eliminación del dial de compensación de exposición, un elemento constante en todas las cámaras CSC de Fujifilm de gama media y alta. Entiendo esta pantalla superior como un guiño a los usuarios de cámaras réflex avanzadas para los cuales ver toda información del disparo es una auténtica bendición. La cuestión es que los usuarios de la Serie X ya estamos bendecidos con los diales de sensibilidad ISO, velocidad de disparo, abertura y compensación de exposición. Viendo estos controles físicos ya tenemos la información esencial de la toma… ¿Y qué hay del nuevo botón de compensación de exposición? Al ser usado conjuntamente con el dial trasero, ralentiza sobremanera el paso de una compensación de -3 a +3. Para los que usamos regularmente los modos semiautomáticos de la cámara, esto es un gran paso atrás.

Otra crítica importante tiene que ver con la duración de la batería. Para muchos profesionales, la utilización de la empuñadura con baterías extra va a ser una adquisición forzosa si quieren realizar su trabajo sin interrupciones. Los 310 disparos por carga son ya una cifra bastante por detrás de las cámaras con las que la X-H1 quiere competir y la justificación basada en la compatibilidad con el resto de modelos y la reducción de peso comienza a ser demasiado poco convincente. Fujifilm debería plantearse desde ya mismo la utilización de una batería de más carga y mayor peso para las líneas X-T y X-H.

Y muchas cosas en el tintero…

Por desgracia, en este artículo no hay ninguna galería de muestras, ni pruebas de vídeo, ni he podido comprobar muchas otras cosas que me habíais pedido en el foro. No había tiempo, el emplazamiento de la presentación no era idóneo y las dos unidades que probé eran ambas de pre-producción, por lo que me obligaron a borrar las fotos que me guardé en la tarjeta SD. Muchas historias que habrá que contar en otra ocasión…

Mi primera conclusión sobre la cámara es bastante positiva y, sin haberla podido probar con un mínimo de profundidad, no tengo miedo a recomendarla a aquellos que quieran un cuerpo de cámara rotundo, de máxima funcionalidad y rendimiento, pero con las ventajas de un sistema sin espejo en cuanto a reducción de todo el peso superfluo y en cuanto al uso de un visor electrónico que es sin duda de los mejores, si no el mejor, del panorama fotográfico actual. Los controles hiper-configurables de la cámara debería ser el argumento definitivo para aquellos que dudan en dar el paso desde sistemas réflex más extendidos.

Ahora es el turno de los primeros compradores, que ya empiezan a mostrar sus primeros resultados en la red. Si eres poseedor de la X-H1, no dudes en compartir tus primeras experiencias en los comentarios de esta entrada o en la sección de la X-H1 del foro de Fujistas.

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