La primera impresión al empuñar una Fujifilm X-T10 es extraña. Yo diría que es una especie de remix entre el diseño de la X-T1, que es el buque insignia de la Serie X, y la portabilidad de la X-A2, la cámara de iniciación al sistema. «Menudo engendro», pensará alguno. Posiblemente no será el cuerpo ideal para una buena parte de fujistas más amigos de la contundencia de la X-Pro1 o la X-T1, pero lo cierto es que responde al objetivo de lo que para muchos otros debería ser una cámara sin espejo: ofrecer la máxima calidad de imagen y un buen control de disparo en un envoltorio liviano y lo más benevolente posible con nuestras cervicales.
En líneas generales, el agarre es bueno pese a sus reducidas dimensiones de 118,4mm x 82.8x 40,8mm, las posibilidades de control son excelentes y estéticamente me gusta… pero eso es una valoración muy subjetiva que ya está generando bastante discusión en el foro, entre los que ven con agrado el nuevo diseño y los que acusan a Fujifilm de tomar el camino de una fea «modernidad setentera» alejada de su esencia retro. El debate está servido.
Según la nota de prensa oficial, tanto la base como la parte superior del cuerpo están construidos con una ligera aleación de magnesio y los principales diales de control son de aluminio. Y se nota. Estos elementos marcan la diferencia con respecto a la sensación que transmiten cuerpos de gama más básica como la X-A2. Mención aparte merece el objetivo del kit más económico al que podemos optar con la X-T10: el Fujinon XC 16-50mm f/3.5-5.6 OIS. El tacto aquí es mucho más plasticoso, similar a las lentes kiteras de otras marcas, aunque tiene como contrapartida un plus de ligereza para el conjunto y un rendimiento óptico muy digno a pesar de que adquirir este objetivo es sólo un añadido de 100 euros al precio del cuerpo.
El visor de la X-T10 ofrece una experiencia muy similar a la de la X-E2. Aunque yo soy muy fan del visor de la X-T1, más de un fujista me ha comentado que el de esta cámara le parece «demasiado grande» y estoy seguro que estarían tanto o más satisfechos con el de visor de la X-T10. Personalmente, no tengo ninguna queja: un tamaño que puede mostrar perfectamente los detalles de cualquier escena, estupenda tasa de refresco, claridad y sensación de «visor a tiempo real», tal como lo llaman los marketeros de Fujifilm. Rinde muy bien en condiciones de luz difíciles, que es donde más cojean los visores electrónicos.
Mejoras en los controles de disparo
La ausencia del dial ISO hizo que tuviese que replantear el flujo de disparo interiorizado hasta entonces. Es la diferencia más importante en cuanto a manejo que personalmente veo entre X-T1 y X-T10. Por lo demás, la forma de trabajar con la X-T10 no ha cambiado mucho, incluso mejora en varios aspectos:
- No soy mucho de fotografía de acción y el dial DRIVE no lo suelo toquetear demasiado en mi día a día. Sin embargo, durante la jornada de prueba de la X-T10 y a a la hora de probar el nuevo sistema de enfoque, tuve que alternar el modo de ráfaga en numerosas ocasiones y puedo decir que la pérdida del dial ISO al menos tiene como resultado una mejor operatibilidad del dial DRIVE.
- En aproximadamente un 99% de mis salidas fotográficas no uso vídeo. Me parece una gran idea que en la X-T10 el botón rojo de grabación pueda ser configurado como botón Fn adicional. Un buen lugar para activar la selección de sensibilidad ISO.
- El botón Fn que se encontraba en la parte superior en la X-T1, encajonado entre diales y muchas veces ignorado, pasa a la parte trasera del cuerpo de la X-T10. Un posicionamiento mucho más lógico y alcanzable a través del pulgar.
- Da gusto el apretar el dial de cuatro direcciones de la X-T10, a diferencia del tacto insípido de estos botones en su hermana mayor, un efecto colateral de su sellado.
- Al no estar sellada, la X-T10 se puede permitir el lujo de hacer oprimibles los diales de selección delanteros y traseros. Pulsando el dial trasero suplimos la carencia del botón Focus Assist y el dial delantero se convierte en el séptimo «botón» configurable (la X-T1 tiene seis) que por defecto está destinado a elegir entre los nuevos modos de enfoque sencillo, zona y angular/seguimiento.
Esto es todo por hoy, mañana os comentaré mis impresiones sobre el rendimiento de la cámara, haciendo especial hincapié en el nuevo sistema de autoenfoque de la X-T10. El mismo que será funcional en la X-T1 cuando se publique su nuevo firmware 4.0 dentro de unas semanas.
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En negro y en las manos ya no me parece tan fea. El 28 espero ponerle la mano encima en una presentación.
La versión plateada no es una «Graphite Silver» pero me parece difícil que alguien la pueda considerar «fea». Otra cosa es que nos pongamos a compararla con otros diseños de la Serie X…
Te aconsejo que dediques un tiempo a toquetear la X-T10. A mí me ha sorprendido gratamente comprobar que, en el manejo de controles de disparo, en algunos aspectos tiene incluso algo de ventaja sobre la X-T1.
Yo, cuanto más miro y leo sobre ella más me gusta. Además, ese tamaño más comedido del cuerpo me parece acertadísimo. Me entran muchísimas ganas de comprármela a pesar de que sé que mi X-M1 me es suficiente para lo que yo hago.
Y ahora que hago me quedo la X-T10 o me espero a que salga la X-PROII. Yo quería esperar a la X-PROII pero no están tardando mucho que sucede? Salió en Febrero de 2012 ó sea tiene ya 39 meses!!!!!! Esto en este mundo es como decir que es del pleistoceno
Se supone que saldrá a final de año, ¿no?
Por regla general, el relevo de los buques insignia de las marcas se produce cada dos años. El «problema» de Fujifilm es que la X-T1 ha robado inesperadamente ese protagonismo a la X-Pro1. Desde los cuarteles generales de Tokio no se imaginaban que se convertiría en la cámara del año.
Con el listón tan alto, la X-Pro2 tiene que reinventarse para colmar las expectativas… y dejar transcurrir ese tiempo entre lanzamientos sonados porque si no X-T1 y X-Pro2 se convertirían en competidoras. Por las cosas que voy oyendo y me van contando, apostaría por un lanzamiento a partir de diciembre, incluso puede que enero o febrero del año que viene.
Por cierto, la espera podría ser peor: entre la Canon 7D y la 7D Mark II transcurrieron 5 años 😀