Fue un día cualquiera, por la mañana, mientras trabajaba, cuando recibo un mensaje totalmente inesperado: «¿Te gustaría ir en nombre de Fujistas a la próxima presentación que hará Fujifilm en Madrid?». Vacilé antes de responder por miedo a no poder ir por mi horario de trabajo. Pronto me decidí y logré ajustar la agenda laboral. Así pues, quedé liberado durante esas horas para poder asistir al evento.
Al rato contesté: «cuenta conmigo, allí estaré». Pensé que sería una grata experiencia poder ir a la nueva presentación de un producto Fujifilm en nombre de nuestra querida comunidad, y además, tener la oportunidad de conocer todos los players que conforman el ecosistema de la fotografía digital: sponsors, revistas especializadas, fotógrafos, tiendas, influencers o youtubers.
Presentación de la Instax Share SP-3
Llegué a tiempo, me senté y acomodé. Tras una breve presentación por parte del equipo de Fujifilm España, procedieron a mostrarnos dos videos comerciales de las cifras actuales de venta de Fujifilm en el mercado y otra de la nueva impresora Fujifilm Instax Share SP-3.
Mientras la presentación discurría, yo no quitaba ojo a las nuevas impresoras que estaban expuestas en el stand. Trataba de entender como Fujifilm ha conseguido elaborar un producto con un diseño tan disruptivo, moderno y diferente. Pronto me reenganché a la charla del producto, esta vez estaban comparando las mejoras y diferencias entre la Instax Share SP-2 y la SP-3.
Una vez terminada la presentación tuvimos la ocasión de probar los productos. «¡Por fin!» – pensé. Lo primero que me llamó la atención fue el diseño. Me recuerda a la forma de los beacons, con una forma dimensional poco convencional, sin duda muy curiosa y atractiva.
Primeras impresiones
Ya en mis manos, la impresora resulta pequeña, manejable, y muy fácil de llevar a cualquier sitio, ya sea en el interior una pequeña mochila, en un bolso o dentro de un bolsillo amplio del abrigo. Sus 313 gramos la convierten en un gadget muy conveniente, portable y disfrutable.
Inmediatamente traté de imprimir una de mis fotografías desde el smartphone. El proceso es sencillo. Tan solo hay que descargarse la aplicación de Instax SHARE, conectar nuestro smartphone al Wifi de la impresora, y seguir los pasos intuitivamente. Pronto realicé todos los pasos y en tan solo 10 segundos desde el envío, mi primera fotografía salió del horno.
El formato de las fotografías es 1:1, o lo que es lo mismo, cuadrado. Pregunté a los expertos presentes de Fujifilm el porqué del formato, y me dijeron que España es el tercer país que más fotos comparte en Instagram en todo el mundo. Debido a que el formato más popular de Instagram y otras redes sociales es 1:1, decidieron darle el mismo formato. A mí me pareció una explicación coherente, y sin más proseguí con mi plan: probar la impresora más a fondo.
El tamaño de la impresión es de 62mm x 62mm, y el tamaño de la imagen soportada es de 800 x 800 puntos, sin duda un cambio significante respecto al modelo anterior, que era de 800 x 600 puntos.
En algunos momentos tuve problemas para seguir imprimiendo, pero esto simplemente fue debido a que la impresora tiene capacidad para que se conecten hasta 8 dispositivos a la vez, y entre todos los presentes, creamos un poco de tráfico al enviar a la vez nuestras fotografías para imprimir.
Opinión personal
Después de estar un tiempo probando la Fujifilm Instax Share SP-3, llegué a la conclusión de cuál es la utilidad principal que yo observo en la impresora, y a qué público va dirigida. La usabilidad está estrechamente ligada a los momentos sociales que vivimos. Por ello pienso que el cliente objetivo está en cualquier rango de edad (aunque tiene una estrecha relación con las personas más jóvenes). Pero insisto, cualquier persona puede disfrutar de ella.
En cuanto a la utilidad, la veo muy ligada a los momentos que compartimos con otras personas: una cena romántica en pareja, con la familia, en una barbacoa o en una boda. Imprimir fotos al instante de un momento irrepetible es la funcionalidad principal de la impresora, de ahí su característica social.
Por otro lado, la Instax también sirve como un instrumento muy útil para la fotografía documental en otros países. La considero una fantástica herramienta de “conexión” entre personas de otras culturas: ¿no sería bonito hacer retratos a monjes budistas y luego imprimir sus fotos y dárselas de recuerdo al momento? La impresora podría servir como “un pasaporte fotográfico” para conectar con desconocidos, y esta idea es sin duda, la que más me fascina de todas.
Si tuviera la Fujifilm Instax Share SP-3 me la llevaría de viaje a Jordania, Irán e India, mis próximos destinos fotográficos para el 2018. Creo que sería un medio maravilloso para regalar momentos a todos desconocidos que se me crucen a lo largo del camino.
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Qué cámara usaste para conectarte? He leido por ahí que todavía hay bastantes problemas para conectarse con las cámaras de Fuji.
Pues como el papel salga a razón de 1 euro/foto, como para ir regalando fotos…