La nueva compacta avanzada XF1 vuelve a sorprender por un aspecto retro exquisito que consigue crear a primera vista un nuevo objeto de deseo y situar a Fujifilm en la cima del buen gusto en el diseño de cámaras. Pero más allá de la apariencia cuidada de un cuerpo realmente de bolsillo, fabricado en aluminio y con un coqueto forro de imitación de cuero, nos encontramos con el mismo sensor 2/3″ que tan buenos resultados ha dado en la Fuji X10 y la X-S1, un zoom óptico x4 retráctil que mantiene su mecanismo manual, ráfagas de hasta 10 fotogramas por segundo y un rendimiento que la compañía nipona nos promete que será espectacular. Estará en los escaparates a partir de Noviembre con un precio que rondará los 500$.
Ya hemos hablado previamente de las bondades del sensor EXR-CMOS de 2/3 pulgadas. La novedad en la XF1 es la lente empotrada en la cámara que sale del cuerpo cuando se gira el barril ligeramente a la derecha y que mantiene, a diferencia de la gran mayoría de compactas, el mecanismo de zoom manual. Cuenta con estabilización OIS y su distancia focal equivale a un más que decente 25-100mm equivalente en formato completo, con un impresionante f/1.8 de máxima abertura en el angular que queda en un f/4.9 en su extremo de telefoto. Sin duda, el luminoso gran angular de la lente es uno de los puntos fuerte de esta XF1.
Otros apuntes de la óptica son su distancia mínima de enfoque de sólo 3 cm y el diafragma de 6 palas que apunta a suaves desenfoques en las fotografías macro. Poniéndonos más técnicos, hablamos de una lente con 7 elementos y 6 grupos, incluidos cuatro elementos asféricos y tres de baja dispersión. Fujifilm usa la tecnología que viene a llamar «Wide-band High Transmittance Electron beam coating» -no me arriesgo con la traducción sabiendo que quedará igual de ininteligible- que dicen que minimiza los reflejos y los efectos ghosting.
En cuanto a los controles de la cámara, no falta el dial de selección de modo de exposición P, A, S, M en la parte superior, junto a dos diales de control en la parte trasera. Hay que destacar la disponibilidad de dos botones Fn convenientemente colocados arriba y atrás , que permiten un nivel de personalización (ajustar ISO, modo de película, modo de enfoque…) que destaca por encima de otras cámaras. La amplia pantalla tiene 3 pulgadas con unos brillantes 460.000 puntos de resolución y está fabricada con un cristal templado que, según Fujifilm, «lo protegerá de las rayaduras».
Y en términos de rendimiento y de velocidad, la XF1 tampoco defrauda. Fujifilm vuelve a prometer que el foco será rápido y preciso «incluso en escenas oscuras» gracias al avanzado sensor CMOS y al procesador EXR de alta velocidad. Encendido en 0.55 segundos, enfoque en 0.16 segundos e intervalo entre foto y foto de 0.8 segundos. Todo esto unido a la interesante ráfaga de hasta 10fps. Habrá que ver en qué condiciones se llega a esta velocidad pero que en papel no deja de ser impresionante.
Para rematar los detalles, la Fuji XF1 incluye una serie de once «filtros avanzados» que permite una edición creativa de las fotos directamente desde la cámara. Los filtros disponibles son Color Pop, Cámara de juguete, Miniatura, Clave alta, Tono dinámico y Blanco y negro, junto con la posibilidad de hacer blanco y negro selectivo con los colores: rojo, naranja, amarillo, verde, azul y púrpura.
Anuncio oficial de la Fujifilm XF1 y galería de fotos a baja resolución tomadas con la XF1
