A pesar de estar situado a tan sólo 28 Km de Palma, la comunicación de Sóller con la capital isleña era más fácil por barco, que por el tortuoso camino que cruzaba los altos riscos de la Sierra de Tramontana por el Collado de Sóller.
La situación cambió en la primavera de 1912 cuando se inauguró el ferrocarril de vía estrecha que unió ambas localidades; en 1929 se electrificó la línea y a día de hoy, sigue en servicio con los mismos trenes de antaño, cuyos vagones primorosamente cuidados están carrozados con madera barnizada. Las estaciones de inicio y final de línea conservan el encanto de los tiempos pretéritos y como homenaje a los 106 años que en breve cumplirá, os dejo estas fotografías que tomé una soleada tarde de Febrero.
La situación cambió en la primavera de 1912 cuando se inauguró el ferrocarril de vía estrecha que unió ambas localidades; en 1929 se electrificó la línea y a día de hoy, sigue en servicio con los mismos trenes de antaño, cuyos vagones primorosamente cuidados están carrozados con madera barnizada. Las estaciones de inicio y final de línea conservan el encanto de los tiempos pretéritos y como homenaje a los 106 años que en breve cumplirá, os dejo estas fotografías que tomé una soleada tarde de Febrero.