A unos 14 kilómetros de Sigüenza, en la carretera que lleva a Atienza, se encuentran las salinas de Imón. Estuvieron en explotación desde el siglo I d.C. hasta 1996. El escenario es impresionante, pues quedan restos de la última "cosecha" de sal, cobertizos en ruinas, y las propias salinas con agua. Hice las fotos en un día nublado, pero con una luz curiosa, que resaltaba el tono rosáceo de la sal. Las fotos están algo editadas, pero mucho menos de lo que parece; el color no está tocado. Como decía, el día tenía una luz muy especial. Las fotos no son nada del otro mundo; lo bonito es el lugar. Os recomiendo la visita.